He aquí el texto íntegro del discurso Real, emitido en el recinto del Parlamento:
“Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,
Respetables Señoras y Señores parlamentarios,
Nos complace presidir la inauguración de la primera sesión parlamentaria de esta nueva legislatura.
Queremos aprovechar esta cita constitucional para felicitar a los miembros del parlamento, haciendo extensivas estas felicitaciones a todos los electos, por la confianza que os habéis granjeado, implorando al Todopoderoso, para que os aporte, a vosotros y al nuevo gobierno, pleno éxito en vuestra misión.
En este contexto queremos resaltar la excelente organización y la atmósfera positiva que han marcado las últimas elecciones, así como la amplia participación que han conocido, sobre todo en nuestras provincias del sur.
Estas elecciones han podido consagrar la victoria de la orientación democrática marroquí, así como la natural alternancia en la gestión de la cosa pública. Lo que más importa no es la victoria de tal o cual formación política, porque para nosotros todas son iguales.
El comienzo de la presente legislatura tiene lugar en un momento en que Marruecos inaugura una nueva etapa que requiere la conjugación de los esfuerzos en torno a las prioridades estratégicas, a fin de proseguir con la marcha del desarrollo, afrontando los retos exteriores.
En este sentido, queremos insistir sobre tres dimensiones principales, encabezadas por el fortalecimiento de la posición que Marruecos ocupa y la defensa de sus intereses supremos, particularmente en una coyuntura cargada de múltiples retos, peligros y amenazas.
La crisis pandémica ha colocado nuevamente las cuestiones de soberanía en las primeras líneas, desencadenando enormes esfuerzos por resguardar las distintas manifestaciones de la misma, como la sanitaria, la energética, la industrial, la alimentaria, etc., con lo que ello implica como fanatismo de algunos.
Marruecos ha conseguido gestionar sus necesidades y proveer sus mercados con productos básicos, en cantidades suficientes y de manera normal, al tiempo que se ha podido constatar que numerosos países han conocido grandes dificultades para conseguir y distribuir dichos productos.
Por ello, insistimos mucho sobre la creación de un sistema nacional integrado, relacionado con la reserva estratégica de los productos básicos, particularmente alimentarios, sanitarios y energéticos, obrando por una actualización constante de las necesidades nacionales, con el fin de reforzar la seguridad estratégica del país.
Señoras y Señores,
La segunda dimensión, concierne la crisis pandémica y la continuación de la reactivación de la economía.
En este sentido, gracias a Dios, hemos conseguido muchos logros en los dominios de la protección de los ciudadanos y del apoyo a los sectores y categorías afectadas.
Efectivamente, el Estado ha cumplido con su deber de facilitar gratuitamente las vacunas, por las que ha pagado miles de millones, así como de disponer todos los elementos necesarios, con el fin de aliviar las dificultades resultantes de esta etapa para el ciudadano.
Sin embargo, no puede asumir la responsabilidad que incumbe a los ciudadanos cuando se trata de su propia protección personal y familiar, con la vacunación y el uso de los medios de prevención, respetando las medidas previstas por las autoridades públicas.
Por otra parte, la economía marroquí conoce una reactivación palpable, a pesar de los inéditos efectos de esta crisis y la retracción general de la economía mundial.
Así pues, gracias a las medidas que hemos lanzado, se prevé que Marruecos, con la voluntad de Dios, alcance una tasa de crecimiento superior al 5,5% para el año 2021; una tasa que no se ha conocido desde hace muchos años, siendo una de las más elevadas a escala regional y continental.
Se prevé, igualmente, que el sector agrícola registre este año un destacado crecimiento, superior al 17%, gracias a los esfuerzos desplegados a favor de la modernización del sector, amén de los excelentes resultados de la campaña agrícola.
Por su parte, las exportaciones han registrado un sensible crecimiento en una serie de sectores como el de la automoción, el textil y las industrias electrónicas y eléctricas.
A pesar de las consecuencias de esta crisis, se mantiene la confianza en nuestro país y en la dinámica de nuestra economía, como bien muestra, hasta el mes de agosto pasado, el crecimiento de las inversiones extranjeras directas que se elevan, aproximadamente, a un 16%, y el aumento de las transferencias de los marroquíes residentes en el extranjero en, aproximadamente, un 46%.
Todos estos desarrollos han permitido a Marruecos dotarse de unas cómodas reservas de divisas, que vienen a representar siete meses de importaciones.
A pesar de las dificultades y fluctuaciones que conocen los mercados mundiales, se ha logrado mantener la tasa de inflación en los límites del 1%, lejos de los altos porcentajes que han registrado determinadas economías de la región.
He aquí unos indicios que, gracias a Dios, inspiran optimismo y esperanza, a la vez que consolidan la confianza ante los ciudadanos y las familias, reforzando el espíritu de iniciativa entre los actores económicos y los inversores.
Por su parte, el Estado continuará con este esfuerzo nacional, especialmente a través de la inversión pública y el apoyo y estímulo a las empresas.
En el seno de este contexto positivo, hemos de ser realistas y seguir trabajando, con total responsabilidad y elevado patriotismo, lejos del pesimismo y de los discursos negativos.
La tercera dimensión, tiene que ver con la aplicación efectiva del modelo de desarrollo y el lanzamiento de un conjunto integrado de proyectos y reformas de última generación.
En efecto, esperamos que esta legislatura constituya el punto de partida de este ambicioso proceso voluntarista que materializa la inteligencia colectiva de los marroquíes.
En este contexto, cabe recordar que el modelo de desarrollo no es un plan de desarrollo en su estricto sentido clásico, sino que más bien constituye un marco general, abierto, que establece nuevas pautas y abre amplios horizontes ante todos.
Por otra parte, el “Pacto nacional para el desarrollo” representa una importante herramienta para la puesta en marcha de este modelo, en su calidad de compromiso nacional, asumido ante Nuestra Majestad y ante los marroquíes.
Señoras y Señores,
El modelo de desarrollo abre amplios horizontes ante la acción del gobierno y de los diferentes componentes del Parlamento.
Así pues, al nuevo gobierno corresponde la responsabilidad de fijar, durante su mandato, las prioridades y proyectos, así como la movilización de los medios necesarios para su financiación, en el marco de la puesta en marcha del mencionado modelo.
Por otra parte, debe finalizar la realización de los grandes proyectos lanzados, principalmente la generalización de la protección social, que goza de Nuestro amparo y protección.
En este marco, se erige la verdadera habilitación del sistema sanitario como principal reto por afrontar, según los criterios más oportunos y dentro de la complementariedad entre los sectores público y privado.
Idéntica lógica debería prevalecer en la pronta realización de la reforma de los entes y empresas públicas, así como del sistema fiscal, reforzándola mediante un nuevo pacto incitativo de la inversión.
Paralelamente, se ha de velar por una mayor coordinación, complementariedad y sinergia entre las políticas públicas, continuando, por otra parte, el seguimiento de su ejecución.
Para tal finalidad, invitamos a llevar a cabo una profunda reforma del Alto Comisionado para la Planificación, con el fin de hacer del mismo una herramienta que ayude en la coordinación estratégica de las políticas de desarrollo y en el acompañamiento de la realización del modelo de desarrollo, adoptando criterios bien precisos y medios modernos de seguimiento y evaluación.
Señoras y Señores parlamentarios,
El arranque de la presente legislatura sucede en una etapa prometedora del desarrollo de nuestro país.
En este sentido, tanto el gobierno como el parlamento, con la mayoría y la oposición correspondientes, amén del resto de instituciones y fuerzas nacionales, asumen la responsabilidad de llevar con éxito esta etapa, en el seno de un espíritu de iniciativa y de compromiso responsable.
Por ello, habéis de estar, Dios os proteja, a la altura de esta magna responsabilidad nacional, ya que representar a los ciudadanos y llevar la cosa pública, tanto local como regional y nacional, es una prenda que nos ha sido confiada a todos.
“Quien haya realizado buenas obras y sea creyente, no temerá ser oprimido ni ser tratado injustamente”. (Sagrado Alcorán).
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".