"Una complementariedad entre un Estado fuerte y una sociedad fuerte... Esta es la doctrina organizativa propuesta por la Comisión Especial para el Nuevo Modelo de Desarrollo (CSMD)", cuyo presidente Chakib Benmoussa entregó oficialmente el informe a SM el Rey Mohammed VI, subraya Jeune Afrique.
Si la comisión ha permitido articular las aspiraciones de los marroquíes en torno a un marco de referencia común para el desarrollo, su despliegue requiere la potenciación de todos los actores, señala la publicación.
Subrayó que es en este sentido que la presentación ante el Soberano tuvo lugar en presencia del jefe de gobierno, los presidentes de las principales instituciones del Reino, además de los empresarios y los jefes de los partidos políticos, que además de la sociedad civil, están llamados a "converger en torno a un marco de referencia de desarrollo y a afinar las opciones estratégicas para concretar un proyecto colectivo que apunte a objetivos claros fijados en este informe", señala.
"En 2035, Marruecos es un país democrático, en el que cada uno es plenamente capaz de asumir su futuro y liberar su potencial, para vivir con dignidad dentro de una sociedad abierta, diversa, justa y equitativa. Es un país que crea valor, que desarrolla su potencial de forma sostenible, compartida y responsable. Así se define el Marruecos del mañana soñado por el CSMD", precisa Jeune Afrique.
Este último establece una quincena de indicadores de rendimiento para una evaluación de este Nuevo Modelo de Desarrollo. Entre ellas, duplicar el PIB per cápita (16.000 dólares en 2035) y la cuota de empleo formal (80%) y alcanzar una tasa de satisfacción ciudadana con los servicios públicos del 80%, un nuevo indicador que aún no se ha utilizado en el Reino, explica la revista panafricana.
"El impacto sobre los ciudadanos debe ser controlado y evaluado para cualquier proyecto de este nuevo modelo", afirma Benmoussa a Jeune Afrique, que considera que estos indicadores de rendimiento ponen de relieve "el imperativo de los resultados para los actores encargados de la aplicación, manteniendo la flexibilidad necesaria sobre las soluciones y las medidas adecuadas para alcanzarlos".
Para alcanzar tal ambición, añade la revista, el informe del CSMD establece un "conjunto de ejes y opciones estratégicas" y presenta un plan de financiación que prevé un 4% del PIB de inversión pública adicional durante la fase de arranque y hasta un 10% a velocidad de crucero.
Propone incluso salir de la ortodoxia financiera: "El aumento del recurso al endeudamiento a corto plazo es inevitable, y debe utilizarse para financiar de forma selectiva los proyectos y obras que aporten desarrollo estructural y crecimiento a medio-largo plazo, especialmente en capital humano y transformación estructural de la economía", sostiene la revista, citando el informe del CSMD.
El despegue socioeconómico que espera este nuevo modelo, precisa la misma fuente, "sigue dependiendo, sin embargo, de profundas reformas estructurales".
"La Comisión no se creó para sustituir a los actores políticos entregando un programa listo para ser aplicado", replica Benmoussa, citado por Jeune Afrique, añadiendo que "el interés de este proceso es el resultado de muchas propuestas de actores de diversos horizontes". La comisión ha realizado un trabajo de análisis y articulación para diseñar una base común, un marco de referencia de desarrollo capaz de crear las condiciones de prosperidad para el país y distribuirlas equitativamente.
La revista destaca que el presidente de la Comisión es el primero en admitir que la aplicación de este nuevo modelo "requiere la implicación y la responsabilidad de todos los actores", sobre todo porque el informe aboga por la aplicación de un "Pacto por el Desarrollo".
"Se trata de un pacto moral en el que participan los partidos políticos, los actores económicos y la sociedad civil en torno a un marco de referencia para el desarrollo. Esto nos permite garantizar el consenso mínimo necesario para llevar a cabo las complicadas reformas que permitan una transformación de la economía y la equidad social", explica Chakib Benmoussa, citado por Jeune Afrique, quien subraya que encontrar este consenso sigue siendo el "verdadero reto" para iniciar eficazmente este nuevo modelo de desarrollo.
"La comisión habrá contribuido a que las cosas avancen cuando los actores se apropien de este marco de referencia de desarrollo coherente y realista que capitaliza lo que el Reino ya ha logrado", concluye el presidente del CSMD.