En el informe general sobre este modelo, cuya copia fue entregada el martes a SM el Rey Mohammed VI, la Comisión afirmó que la cultura está llamada a convertirse en un reto principal de emergencia y soberanía, debido a la necesidad renovada y universal de sentido y cohesión social, así como de desafíos que promueven la mejora del contenido y de la calidad.
La cultura en Marruecos, un país rico en su pluralidad, su profundidad histórica y su patrimonio tanto material como inmaterial, debería convertirse en una palanca multidimensional de prosperidad económica, de vínculo social inclusivo y de soft power geopolítico, señala el documento.
El informe precisa que la cultura ofrece también una fuente de crecimiento, inversión y empleo más cercana a los territorios y a las necesidades locales, y agrega que la profundidad histórica de Marruecos es una ventaja que se debe utilizar como palanca para la estabilidad regional, la influencia cultural y la convivencia.
Según la Comisión, la cultura en el nuevo modelo de desarrollo responde a una doble exigencia de unidad nacional y de pluralidad, ya que este modelo hace que el empoderamiento de los ciudadanos, su desarrollo y la liberación de las iniciativas sean condiciones de emergencia.