En una aclaración sobre el ex detenido, la dirección de la prisión indica que este último pesaba 95 kg el 10 de febrero y casi 76 kg el 3 de mayo, o sea una diferencia de 19 kg y no de 33 kg como afirmaba dicho preso.
En cuanto a sus alegaciones sobre las condiciones de su detención en una celda con 22 personas durante sus primeros 4 días en el establecimiento, la administración afirma que se trata de una alegación falsa, precisando que el preso fue puesto inicialmente en una habitación que comprendía a 5 personas en el marco de la aplicación del aislamiento sanitario antes de ser trasladado a una celda individual el 12 de febrero, con el fin de garantizar el seguimiento de su salud, después de anunciar que había iniciado una huelga de hambre.
En reacción a las alegaciones del detenido, según las cuales se le prohibió tomar miel hasta poco antes de su puesta en libertad, la dirección precisa que el interesado se había beneficiado el 2 de abril de dos grandes botellas de miel traídas por el cónsul de Estados Unidos en Casablanca, y añadió que comparaba suministros (miel, verbena, aceite de oliva) en el economato de la prisión. Sus últimas compras de estos productos se realizaron el pasado miércoles.
Tras su salida del hospital, el 3 de mayo, el detenido en cuestión tomó una comida consistente en ensalada y pasta, proporcionada por la empresa especializada en la alimentación de los pacientes hospitalizados, dijo la misma fuente.
A partir de estas aclaraciones, es evidente que el ex detenido no habría podido mantener ese peso durante el período en el que afirmó haber observado una huelga de hambre, sin haber consumido alimentos de alto valor nutricional y energético, lo que demuestra que su supuesta huelga de hambre no tuvo un gran impacto en su salud, contrariamente a sus alegaciones que pretenden inducir a error a la opinión pública, concluye la aclaración.