El rabino Levi Wolff, quien dirige la congregación de la Sinagoga Central de Sídney, la más grande del hemisferio sur, recordó, en este sentido, el compromiso constante de los Reyes de Marruecos en la preservación de la memoria y la identidad judías en Marruecos, lo que convierte al Reino en un ejemplo único de convivencia y tolerancia donde judíos y musulmanes han vivido siempre en armonía.
En su intervención con motivo de una cena de Shabat organizada en honor de Marruecos, en presencia de más de 300 personas, entre las que se encontraban empresarios australianos de confesión judía, representantes de la diáspora judía marroquí, así como un centenar de jóvenes, Levi Wolff se refirió también a la especificidad de la historia de los judíos de Marruecos, precisando que el patrimonio judeo-marroquí testimonia de una historia común y multisecular.
Recordando el heroísmo del difunto SM Mohammed V, que veló por proteger a sus ciudadanos judíos en una época de incertidumbre, Wolff rindió un vibrante homenaje a Su Majestad el Rey Mohammed VI y a su constante compromiso, que se refleja en las numerosas iniciativas y diferentes acciones para la salvaguardia del patrimonio judío marroquí.
El rabino Levi Wolff concluyó su alocución deseando que otros países se inspiren en la visión ejemplar del Reino para preservar la paz y promover la prosperidad de los pueblos árabe y judío.
Por su parte, el embajador de Su Majestad el Rey en Australia, Karim Medrek, evocó el espíritu de apertura, tolerancia y paz que siempre ha prevalecido en Marruecos, subrayando que el judaísmo es un componente importante y único de la identidad plural de Marruecos, forjada a lo largo de dos milenios.
Por otra parte, Medrek destacó el compromiso del difunto Su Majestad Mohammed V que, desafiando a las autoridades del protectorado durante la Segunda Guerra Mundial y en medio de Shoá, había defendido valientemente a los judíos marroquíes contra las exacciones a las que fueron sometidos por el régimen de Vichy. Un compromiso que fue continuado por el difunto SM Hassan II en favor de la paz en Oriente Medio y del diálogo entre las religiones monoteístas, precisó.
Después, el embajador se refirió a las acciones e iniciativas de SM el Rey Mohammed VI, que ha hecho del Reino una excepción en materia de coexistencia y convivencia. En este sentido, mencionó el programa de rehabilitación de los cementerios judíos, las sinagogas y la reforma del plan de estudios para incluir la enseñanza de la cultura y la historia judía de Marruecos.
En cuanto a la reanudación de las relaciones entre Marruecos e Israel, Medrek dijo que esto debe ser visto como una continuación natural en el proceso de una larga historia milenaria, haciendo hincapié en que esta dinámica es el resultado directo de la alta solicitud de Su Majestad el Rey hacia los marroquíes de confesión judía en todo el mundo y de su inquebrantable apego a su país de origen.
Esta ceremonia, considerada como un acontecimiento inédito, finalizó con una cena inspirada en la tradición judía marroquí, durante la cual los invitados apreciaron mucho los diferentes platos de sabores variados.