Esta reunión, que contó con la participación de la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, los embajadores del grupo de copatrocinadores (Marruecos, China, Fiyi, Barbados, Reino Unido, Ecuador y Australia), así como representantes de la UNCTAD, el Graduate Institute, y otras partes concernidas, propone "reflexionar sobre los aspectos relativos a la transparencia y a la cooperación internacional en el examen de la cuestión de la contaminación por plástico, con vistas a elaborar una declaración para la 12ª Conferencia Ministerial de la OMC (CM12), prevista para finales de este año".
La presidencia de Marruecos de esta reunión emana del compromiso constante e irreversible del Reino en favor de la causa ambiental. Además, ilustra la plena confianza del Reino en la disposición de la OMC a desempeñar su papel en la regulación del comercio de plásticos y la promoción de una economía circular favorable al respeto del clima y del medio ambiente.
"Marruecos, que ha tomado conciencia muy pronto de la importancia de acciones proactivas en materia medioambiental y de la urgencia de actuar frente a las causas del cambio climático, es un actor importante del desarrollo sostenible en África y en el mundo, implicado con fuerza en las instancias internacionales y regionales, para hacer frente al desafío climático, un imperativo común a toda la humanidad", declaró en esta ocasión el embajador representante permanente del Reino en Ginebra, Omar Zniber.
Zniber insistió, en este sentido, en la dimensión medioambiental del comercio, que ocupa un lugar importante en los debates en el seno de la OMC, especialmente, el impacto negativo de la contaminación por plásticos, como lo han puesto de manifiesto varias investigaciones sobre la producción mundial de plásticos, precisando que cada año se generan más de 300 millones de toneladas de residuos plásticos.
Por su parte, la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, recordó la urgencia de hacer frente al creciente problema de la contaminación por plásticos, destacando que este problema "afecta negativamente no sólo a nuestras economías y a nuestra capacidad de alcanzar nuestros objetivos colectivos de desarrollo sostenible fijados en la Agenda 2030, sino también a la vida cotidiana de tantas comunidades que dependen de recursos de tierra y agua cada vez más contaminados".
Varios otros participantes pusieron de relieve la importancia y la urgencia de llevar a cabo este ejercicio de transparencia y cooperación internacional, que constituye una primera etapa indispensable para identificar los principales puntos de entrada constructivos en los que la acción sobre el comercio sería más eficaz, evitando las duplicaciones y ampliando la acción en otros foros.