"Debido a las presiones desinflacionistas de la demanda, la inflación se mantuvo baja en 2020. Con la reanudación de la actividad y el aumento de los precios internacionales del petróleo y de algunos productos alimenticios, debería acelerarse moderadamente, pasando del 0,7% en 2020 al 0,9% en 2021 y al 1,2% en 2022", precisa BAM en un comunicado que culmina los trabajos de la primera reunión trimestral de su Consejo para el año 2021, celebrada hoy martes.
El componente fundamental de la inflación registraría una evolución similar, situándose en el 1,2% en 2021, antes de acelerarse al 1,5% en 2022, informa el Banco Central.