El Yazami, que intervino por videoconferencia durante un intercambio de opiniones en el Parlamento Europeo sobre la dimensión de "Derechos Humanos" de la renovada asociación de la UE con los países vecinos del sur, indicó que esta dimensión humana está "contaminada por esta obsesión" por la inmigración irregular.
Tras afirmar que la FEMDH se felicita del anuncio de la Comisión Europea, el pasado mes de febrero, de la Nueva Agenda para el Mediterráneo, "porque ofrece nuevos horizontes y reafirma una ambición compartida y unos valores comunes", El Yazami se mostró en desacuerdo con el hecho de que uno de los cinco ámbitos de acción propuestos, el de la migración y la movilidad, "se reduzca en realidad a un solo tema, casi un tema de fondo: la lucha contra la inmigración irregular".
"No hay nada en el fondo de la vasta cuestión de la movilidad, pero sí una obsesión: la lucha contra la inmigración ilegal, que parece marcar hoy todas las políticas y oscurecer el horizonte de nuestro pensamiento común", lamentó.
"Esta única prioridad introduce insidiosamente la sospecha, el miedo, el temor. Alimenta las fantasías, los prejuicios y la xenofobia", advirtió.
Para El Yazami, la población de origen inmigrante que se ha instalado en Europa es "un tesoro común, que lleva en su corazón el apego a ambas orillas y aspira a reforzar los lazos de amistad y cooperación entre los Estados y las sociedades del Norte y del Sur".
Las emigraciones actuales "significan también decenas de miles de estudiantes de nuestros países matriculados en universidades europeas y decenas de miles de ejecutivos de alto nivel, formados a costa de las sociedades del Sur y que han elegido o han sido contratados para trabajar en Europa", dijo El Yazami, señalando que ahora hay "una competencia a menudo feroz por estas competencias".
¿Vamos a olvidar esta inmigración? ¿Vamos a resignarnos a la idea de que África es el continente perdedor en esta rivalidad internacional? preguntó, señalando que "estos estudiantes y ejecutivos altamente cualificados son también un tesoro común que debe ser movilizado para el desarrollo y la cooperación".
La migración actual, añadió El Yazami, es finalmente y sobre todo la migración Sur-Sur, explicando que de una población de 1.250 millones de habitantes, África tiene unos 36 millones de migrantes, es decir, el 13% de todos los migrantes del mundo. Y en contra de una idea predominante, argumentó, sólo el 16,6% de estos migrantes van a Europa y de cada cinco migrantes del continente, cuatro se quedan en África.
En este contexto, el presidente de la FEMDH abogó por un enfoque global que tenga en cuenta todas las formas de movilidad humana. "Un enfoque integrado que considera la movilidad humana como una bendición, un recurso y no una maldición".