África dispone de dos gasoductos transnacionales importantes, el West African Gas Pipeline y el gasoducto Nigeria-Marruecos, de una "dimensión más importante", tanto más cuanto que se trata de una infraestructura de una longitud de 5.660 kilómetros, movilizando un presupuesto de 25.000 millones de dólares, destaca la revista en un artículo en el que se refiere a la reciente entrevista telefónica entre SM el Rey Mohammed VI y el presidente de Nigeria Muhammadu Buhari.
Inmediatamente tras la firma de los acuerdos de cooperación relativos a este megaproyecto, se crearon instancias de gobernanza, que iniciaron la fase de pre-estudio y luego el estudio de viabilidad, precisa la revista.
Según la revista francesa, especialista en cuestiones relativas al Magreb en Europa, este proyecto "visionario es el símbolo de la cooperación Sur-Sur por múltiples razones", sobre todo dado su "impacto muy positivo en Nigeria", el quinto mayor exportador de gas del mundo y el primero de África.
A través de este gasoducto, este país "optimizará el coste del transporte del gas que actualmente se transporta tras su transformación en gas natural licuado (GNL)", señala Le Courrier de l'Atlas, que subraya también el impacto "muy positivo" en los otros países afectados por el proyecto. Estos países dispondrán de una energía limpia para invertir en centrales eléctricas que utilizarán el gas y así reducir sus déficits energéticos que frenan su desarrollo socioeconómico, afirma la revista.
Asimismo, en torno a estas centrales, estos mismos países podrán "realizar ecosistemas creadores de industrias de transformación y de empleo", añade la revista, precisando que el proyecto contribuirá también a la electrificación de las poblaciones actualmente privadas de electricidad, cubriendo 13 países que representan una población de más de 300 millones de personas y que se duplicará en 2050.
El proyecto de gasoducto entre Marruecos y Nigeria permitirá también garantizar la producción de fertilizantes para la agricultura de estos países a costes competitivos, contribuyendo así a su seguridad alimentaria, además de su contribución al aumento de la competencia de la ingeniería africana y de los recursos humanos cualificados, destaca la publicación.
Le Courrier de l’Atlas resalta además el "fortísimo impacto" de este proyecto sobre los países de la CEDEAO, señalando que para su aplicación, dos actores esenciales están "fuertemente implicados" para su coordinación, por un lado la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas de Marruecos (ONHYM) y de la otra, la Nigerian National Petroleum Corporation (NNPC), que han puesto su experiencia en común para proyectar el trazado del gasoducto en alta mar y onshore.
"Ya se han iniciado conversaciones con los donantes internacionales para movilizar los fondos necesarios que permiten financiar este proyecto de gran impacto en los países de la CEDEAO, la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental", sostiene la revista, recordando que "los dos países patrocinadores de esta iniciativa han puesto de relieve sus fondos soberanos".
"Este nuevo impulso dado por el Rey de Marruecos y el presidente de Nigeria a este proyecto estructural de la región de África Occidental es la señal de una voluntad común de acelerar el ritmo para su concreción", concluye Le Courrier de l’Atlas.