"Partiendo de esta conciencia responsable, el Reino de Marruecos participa activamente, tanto a través de sus Fuerzas Armadas Reales como con los expertos de diferentes departamentos y de la sociedad civil, en todas las reuniones de la Convención, respeta peramentemente sus fundamentos y principios humanitarios y contribuye voluntariamente a su fortalecimiento mediante la presentación voluntaria del Informe Nacional de Transparencia, en virtud de su artículo 7", afirmó el embajador Omar Zniber, representante permanente de Marruecos ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, quien intervino durante el debate general de la 18ª Reunión de los Estados Partes en la Convención sobre la prohibición de las minas antipersonal, celebrada la semana pasada en Ginebra.
"En este sentido, la adhesión a la Convención de Ottawa sigue siendo una prioridad nacional, que se honrará tan pronto como se resuelva debidamente el conflicto regional artificial sobre el Sáhara marroquí", prosiguió.
A ese respecto, destacó los esfuerzos realizados por las autoridades marroquíes, de conformidad con los compromisos internacionales, desde 1975 y en el marco del Acuerdo firmado con la MINURSO en 1999 sobre el intercambio de información, la señalización de las zonas minadas, la remoción de minas y la destrucción de minas y restos de guerra sin explotar.
Zniber indicó que 13 módulos de desminado están desplegados sobre el terreno de forma permanente. Sólo entre enero de 2014 y septiembre de 2020 se han desplegado 377 destacamentos de desminado, mientras que en el mismo período se han realizado 964 intervenciones de emergencia.
Todas estas operaciones han permitido eliminar la amenaza en una superficie de 5763,88 km², descubriendo y neutralizando 96 758 minas terrestres, entre ellas 49 336 minas antipersonal y 21035 restos explosivos de guerra, continuó.
Recordó también que el Reino lleva a cabo múltiples campañas de sensibilización sobre los riesgos de las minas y los restos explosivos de guerra, a nivel de las provincias del sur del Reino, gracias a las oficinas regionales de los departamentos concernidos, en las tres regiones del Sáhara marroquí, en cooperación con la Media Luna Roja marroquí y el Comité Internacional de la Cruz Roja, y un gran número de actores de la sociedad civil.
Estas campañas de sensibilización han beneficiado a 83.545 personas (47,6% mujeres), incluidos 52.910 niños, especialmente mediante 200 sesiones educativas en las escuelas y 360 jornadas de trabajo en las zonas rurales, dijo.
"No obstante, desde 1975 y hasta hoy, un número importante de víctimas, que asciende a 2.692, se ha registrado, incluidas 813 muertes, como resultado de las minas colocadas de manera anárquica por las milicias separatistas en nuestras provincias del sur", señaló.
Marruecos concede a estas víctimas asistencia completa y una atención total, desde el tratamiento hasta las operaciones quirúrgicas, la rehabilitación, las prótesis y el apoyo psicosocial.
Estas víctimas también se benefician de las disposiciones de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, a la que Marruecos se adhirió en 2009, con miras a su empoderamiento y reintegración efectiva en la sociedad nacional, subrayó el embajador.
Además, el marco legislativo nacional prevé una indemnización de todas las víctimas de las minas antipersonal y los restos explosivos de guerra, independientemente de su fuente, aunque sean colocados a gran escala por los separatistas, recordó.