Ante provocaciones serias e inaceptables por parte de los milicianos del "polisario" en la zona tapón de El Guerguerat en el Sáhara marroquí, el Reino de Marruecos decidió actuar de conformidad con sus deberes y en total acuerdo con la legalidad internacional, subraya la publicación.
Tras mostrar una gran moderación, Marruecos "no tuvo más opción que asumir sus responsabilidades para poner fin a este estancamiento nacido de tales actos de provocación y restablecer la libertad de circulación de los civiles y de las mercancías", subraya el periódico, que destaca el carácter civil de la operación, efectuada sin enfrentamientos ni amenazas a la seguridad de los civiles.
Ahora, la región de El Guerguerat está completamente segura gracias a la creación de un cordón de seguridad, añade.
La misma fuente recuerda que, después de la intervención de los elementos de las FAR, los milicianos del "polisario" incendiaron voluntariamente el campamento de tiendas que habían montado y huyeron en jeeps y camiones hacia el Este y el Sur, bajo la mirada de los observadores de la MINURSO.
La publicación australiana sostiene además que Marruecos informaba periódicamente al secretario general de las Naciones Unidas y a los altos responsables de las Naciones Unidas, así como a varios países vecinos, sobre estos acontecimientos de extrema gravedad, añadiendo que el Reino concedió el tiempo necesario para los buenos oficios las Naciones Unidas y la MINURSO a fin de obligar a los milicianos del "polisario" a abandonar la zona.
Lamentablemente, los llamamientos de la MINURSO y del secretario general de las Naciones Unidas, además de las intervenciones de varios miembros del Consejo de Seguridad, no han tenido éxito, prosigue la publicación, sosteniendo que las provocaciones del "polisario" desde 2016 constituyeron actos premeditados de desestabilización que violan el estatuto de la zona tapón y las disposiciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad (2414 y 2440, particularmente).
"Sydney Sun" resaltó que tales acciones comprometen las posibilidades de relanzar el proceso político que busca la Comunidad Internacional y agotan las posibilidades de cualquier solución diplomática (del conflicto), subrayando que sólo el "polisario" asume la plena responsabilidad y todas las consecuencias de estos actos.
La publicación concluye que Marruecos sigue firmemente comprometido con la preservación del alto el fuego, tanto más cuanto que la intervención de las FAR pretendía, con razón, consolidar este alto el fuego, previniendo la repetición de tales actos graves e inadmisibles que violan el acuerdo militar y amenazan la estabilidad y la seguridad regionales.