"Se trata de un acto grave de desafío hacia las Naciones Unidas y el secretario general de la ONU, que lanzó tres llamamientos para la preservación de la libertad de circulación civil y comercial en Guergarat, el último de los cuales se reiteró el 21 de octubre de 2020", subrayó Gakwaya, investigador especializado en África.
En una declaración a la MAP, este experto explicó que el Consejo de Seguridad, y a través de él la comunidad internacional, son testigos de estos actos que podrían "comprometer los esfuerzos incesantes de Marruecos por alcanzar una solución política realista, pragmática y duradera a la cuestión del Sáhara".
"Como reportero e investigador especializado en África, observo de cerca y desde hace casi tres decenios la evolución de los diferendos y conflictos en la región y en el continente africano en general. En cuanto a la cuestión del Sáhara, hay que reconocer que Marruecos demostró la mayor contención y un gran apego a la legitimidad internacional", declaró.
El Reino alertó repetidamente al Consejo de Seguridad, a la Secretaría de las Naciones Unidas y a la MINURSO sobre la gravedad de la situación y sus consecuencias, en particular sobre la viabilidad de alto el fuego, en el proceso político y la estabilidad en la región, agregó el experto.
"Es evidente que el bloqueo en la zona tampón de Guergarat va en contra de las resoluciones del Consejo de Seguridad, que expresó su preocupación por la presencia del polisario en la zona tampón", señaló el director general de la ARI.
Según Gakwaya, esta situación se enmarca, evidentemente, en una estrategia encaminada a modificar el estatus jurídico e histórico de la zona tampón, mediante una política de hecho consumado.
"El Consejo de Seguridad rechazó firmemente esta estrategia en las cinco resoluciones que ha aprobado desde 2017, exigiendo la retirada inmediata del polisario de esta zona", concluyó.