Julien-Vincent Brunie se expresaba en el marco de una recepción organizada recientemente en la embajada de la Soberana Orden de Malta ante la Santa Sede, durante la cual se le entregó la placa de Gran Oficial "la Orden de Pío IX", la más alta condecoración otorgada por el Papa Francisco.
La distinción se concedió al embajador Julien Brunie como muestra de agradecimiento por los servicios prestados al Soberano Pontífice y a la Santa Sede, especialmente durante la Visita Apostólica a Marruecos, así como por sus esfuerzos para promover el diálogo interreligioso y el desarrollo de obras al servicio de los más pobres.
"Como embajador en Marruecos, me siento muy orgulloso de poder contribuir modestamente a todos estos signos de acercamiento y orgulloso y feliz de haber podido hacerlo en un país donde Su Majestad el Rey, amado soberano, carismático, protector del Islam pero también de las otras religiones, es un firme defensor del conocimiento mutuo, de la paz y de un Islam moderado", dijo durante esta ceremonia.
La condecoración fue entregada a Julien-Vincent Brunie por el Nuncio Apostólico en Marruecos, Monseñor Vito Rallo, en presencia del Gobierno de la Orden de Malta, de las autoridades de la Santa Sede y de Rajae Naji, embajadora de SM el Rey ante la Soberana Orden de Malta y ante la Santa Sede.