Este nivel de concentración se eleva al 86,4% si se añaden los ingresos de la región de Tánger-Tetuán-Alhucemas, señala la misma fuente.
La distribución geográfica de los ingresos fiscales contiene sesgos vinculados en particular al hecho de que las sedes de las empresas se concentran en un número limitado de regiones, mientras que sus actividades se extienden por todo el territorio nacional, explica el documento.
La misma constatación se aplica a los ingresos aduaneros, que se atribuyen únicamente a las regiones que albergan infraestructuras portuarias, prosigue la misma fuente.
Por otra parte, el Tribunal de Cuentas afirma que la carga de los principales impuestos del Estado recae en una minoría de contribuyentes.
A este respecto, la administración tributaria desplegó grandes esfuerzos para remediar esta situación, en particular en lo que respecta a la transformación digital y la apertura a otros agentes públicos y privados.