"El gran avance de las negociaciones de Buznika fue la voluntad y el compromiso de los libios de sentarse juntos y discutir los medios de salir del actual estancamiento político", dijo Bourita en una entrevista publicada el miércoles por el Instituto de Estudios de Seguridad (ISS), con sede en la capital sudafricana, Pretoria.
"Un logro adicional fue el formato de estas negociaciones, ya que fueron apropiadas y dirigidas por los libios", agregó el ministro, señalando que los debates tuvieron lugar entre representantes de instituciones cuya legitimidad se deriva del Acuerdo de Sjirat de 2015, que sigue siendo un marco libio válido que los representantes del país pueden actualizar, adaptar y modificar.
Al final de las negociaciones de Buznika, las dos delegaciones del Alto Consejo de Estado de Libia y del Parlamento de Tobruk alcanzaron, por primera vez, un acuerdo global sobre los criterios y los mecanismos transparentes y objetivos para ocupar los puestos de soberanía, se felicitó.
Además, las delegaciones libias acordaron continuar este diálogo y reanudar las reuniones para completar las medidas necesarias que garantizan la aplicación y la activación de este acuerdo, prosiguió Bourita, señalando que "una pista política está abierta, favoreciendo, esperémoslo, una solución política global al conflicto libio".
"Marruecos siempre ha estado y seguirá estando al lado del pueblo libio para ayudarle a recuperar su estabilidad, su progreso y su bienestar", aseguró el ministro.
Sin embargo, "se trata de un proceso libio-libio" y "Marruecos no presentó ninguna propuesta ni siquiera una recomendación, salvo para alentar a los hermanos libios a sentarse, hablar y centrarse en la solución y no en el proceso".
"La posición de principio de Su Majestad el Rey Mohammed VI es que la solución sólo puede existir si es libia, política e inclusiva. Y sobre todo, no debería ni podría ser militar", subrayó Bourita.
En este sentido, insistió en que el estancamiento puede superarse "si cesan inmediatamente las injerencias exteriores en la crisis libia, especialmente el flujo de armas que alimenta el conflicto, poniendo en peligro la seguridad de toda la región Sahelo-Magrebí".
"El conflicto libio no sólo es una tragedia para Libia y el Magreb, es también un sinsentido estratégico y una situación sin salida para todo el mundo a largo plazo", deploró el ministro, señalando que "ya es hora de demostrar sabiduría".
"El acuerdo de Sjirat y los resultados de las negociaciones de Buznika han demostrado, sin lugar a dudas, que los libios pueden superar sus diferendos cuando se les permite resolver sus problemas por sí mismos, sin injerencia", sostuvo Bourita.
También recordó que Marruecos tiene plena confianza en los libios y "apoya firmemente lo que acuerdan para lograr una solución política duradera y pacífica a la crisis".