"Dado el escenario del Fondo Monetario Internacional (FMI) en cuanto a la recuperación de la economía mundial (+5,2%), especialmente en la zona euro (5,3%), el crecimiento económico nacional debería situarse en el 4,8%", aseguró Benchaaboun, quien presentaba ante la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Cámara de Representantes, la aplicación de la LF-2020, el proyecto de ley de finanzas (PLF-2021) y la programación presupuestaria trienal.
Sin embargo, continuó, este crecimiento no podría compensar completamente la contracción económica de 2020, que se prevé que sea de -5,8%, debido al aplazamiento de la recuperación de ciertos sectores, como el turismo y las actividades conexas, así como al deterioro del mercado laboral y de la inversión empresarial.
El ministro indicó también que el valor añadido agrícola debería aumentar en un 11%, en el marco de una cosecha de cereales hipotética de 70 millones de quintales y teniendo en cuenta las previsiones del Ministerio de Agricultura que muestran un aumento de la producción de cítricos (29%) y de aceitunas (14%).
Asimismo, subrayó la necesidad de aplicar una política basada en el apoyo a la recuperación económica mediante la inversión pública, el fortalecimiento del empleo, el apoyo a la financiación, así como la elaboración de estrategias sectoriales dedicadas a los sectores más afectados a través del "Pacto para la recuperación económica y el empleo".
En cuanto a la programación presupuestaria trienal, Benchaaboun precisó que el crecimiento económico debería ser del 4,2% en 2022, antes de alcanzar el 4,6% en 2023.