"El Reino de Marruecos está constantemente comprometido con los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, relativos al principio de resolución pacífica de los diferendos y al respeto de la soberanía nacional de los Estados y de su integridad territorial. Sobre esta base, Marruecos sigue comprometido con alcanzar una solución definitiva al diferendo regional sobre el Sáhara marroquí, en el marco de su integridad territorial y de su soberanía nacional", subrayó el jefe de Gobierno, Saad Dine El Otmani, en un discurso pregrabado transmitido, el sábado, en la sala de la Asamblea General ante los representantes de los Estados miembros de la ONU en Nueva York.
La posición de Marruecos no adolece de ninguna ambigüedad, en este sentido cualquier solución política definitiva a este diferendo sólo puede alcanzarse en el marco de cuatro parámetros fundamentales, afirmó el jefe de gobierno.
Se trata de la soberanía total de Marruecos sobre su Sáhara y la iniciativa de autonomía como única solución a este diferendo artificial; la participación total de todas las partes en la búsqueda de una solución definitiva; el respeto total de los principios y parámetros consagrados por el Consejo de Seguridad en todas sus resoluciones desde 2007, según las cuales la solución sólo puede ser política, realista, pragmática, duradera y de compromiso; y el rechazo de todos los planes anticuados, que el secretario general de la ONU y el Consejo de Seguridad han juzgado durante unos veinte años como obsoletos e inaplicables, con el fin de desviar el proceso político actual de los parámetros fijados por el Consejo de Seguridad.
A este respecto, El Otmani destacó que el proceso político, bajo los auspicios exclusivos de las Naciones Unidas, se caracterizó por un nuevo impulso con la celebración de las dos mesas redondas de Ginebra en diciembre de 2018 y marzo de 2019, marcadas por la participación por primera vez de todas las partes.
El jefe de Gobierno estimó que es particularmente alentador que el Consejo de Seguridad haya consagrado el proceso de mesas redondas como único camino hacia una solución política realista, pragmática, duradera y de compromiso para este diferendo regional.
El Otmani agregó que Marruecos reitera su profunda preocupación por la deplorable situación humanitaria de las poblaciones de los campamentos de Tinduf, cuya gestión fue entregada por el país anfitrión a un grupo separatista armado, en flagrante violación de sus compromisos internacionales en virtud de la Convención sobre la situación de los refugiados de 1951 y las otras convenciones internacionales relativas a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario.
El contexto de la pandemia del Covid-19, prosiguió el jefe de Gobierno, sólo aumenta las preocupaciones por el destino de esta población secuestrada en campamentos gestionados por un grupo armado sin ninguna legitimidad en virtud del derecho internacional.
Ya es hora de que la comunidad internacional tome una medida decisiva para instar al país anfitrión a que permita al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados proceder al censo y al registro de la población de los campamentos de Tinduf, de conformidad con el derecho internacional humanitario de los refugiados y los constantes llamamientos del Consejo de Seguridad en todas sus resoluciones desde 2011, insistió El Otmani.
Este censo se ha hecho más necesario que nunca para poner fin a la desviación en curso durante más de 40 años de la ayuda humanitaria destinada a la población secuestrada en los campamentos de Tinduf, concluyó.