Este resultado es casi el mismo entre las diferentes nacionalidades de refugiados, el 85,7% para los sirios, el 89,9% para los yemeníes, el 87,9% para los marfileños, el 82,9% para los sursudaneses y el 75,9% para los centroafricanos, precisa el HCP en su estudio sobre el impacto del Covid-19 en la situación socioeconómica y psicológica de los refugiados en Marruecos.
Por otra parte, sólo el 5,3% de los jefes de familias refugiadas consideran que las relaciones con sus vecinos son más tensas desde el principio del confinamiento, destaca la misma fuente, señalando que el impago del alquiler es la principal razón citada por casi la mitad (47,7%) de ellos, seguida de las dificultades relacionadas con el uso del espacio común (19,1%) y el ruido o las molestias (19%).
La encuesta, realizada en colaboración con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), también subraya que la ansiedad, la depresión o el miedo son los principales efectos psicológicos del confinamiento sobre los refugiados, con una proporción del 52,5%.
Realizada del 2 al 8 de junio de 2020 entre los refugiados de Marruecos, esta encuesta se dirigió a una muestra de 600 familias, concluye el HCP.
El objetivo de esta encuesta es recabar información sobre el comportamiento de los refugiados durante el confinamiento sanitario y evaluar su acceso a los productos de consumo e higiene, las fuentes de ingresos, los servicios de salud y la educación.