"Desde hace varios años, Marruecos ha mejorado sus resultados en materia de salud, con aumentos en la esperanza de vida y reducciones de la carga de las enfermedades transmisibles. Sin embargo, todavía se necesitan esfuerzos, en particular para alcanzar algunas de las metas de los objetivos de desarrollo sostenible o para trabajar en contra de las disparidades regionales en la oferta médica", reza el estudio titulado "Movilización de los ingresos fiscales para la financiación de la salud en Marruecos", publicado el lunes.
A esto se añade el peso de la transición epidemiológica y el envejecimiento de la población con la multiplicación por tres de las personas de más de 65 años entre 2020 y 2060, aumentando el gasto sanitario y amenazando los equilibrios presupuestarios de los fondos de seguro médico obligatorio.
Según el estudio, estas evoluciones podrían controlarse a través de políticas de salud que promuevan un envejecimiento saludable.
"Todos estos desafíos subrayan la necesidad de fortalecer el gasto en salud. Para acercarse a las metas del tercer objetivo de desarrollo del Milenio en 2030, Marruecos tendría que aumentar el nivel de gasto en salud en 2,5 puntos porcentuales del PIB, para alcanzar el 8,2% del PIB, de los cuales 2,2 puntos porcentuales serían para el gasto público", recomienda el estudio.
El estudio forma parte de un proyecto conjunto del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y el Paludismo y el Centro de Política y Administración Fiscal (CPAF) de la OCDE, que tiene por objeto analizar la capacidad de los países de movilizar ingresos fiscales para financiar sus sistemas de salud y, en particular, para financiar la lucha contra las tres enfermedades.
El proyecto se inició con dos países piloto: Marruecos y Costa de Marfil. La labor con Marruecos es consecuencia de una colaboración entre el CPAF de la OCDE y Marruecos, que dio lugar en 2019 al Examen de las Políticas Fiscales de Marruecos, que constituyó la contribución de la OCDE al debate sobre el fortalecimiento de la equidad del sistema fiscal de Marruecos.
El análisis actual se basa en los intercambios y la información obtenida durante una misión efectuada en Rabat en noviembre del año pasado.
El informe fue elaborado a finales de 2019, es decir, antes de la crisis sanitaria de Covid-19. "Por consiguiente, los análisis que presenta no tienen en cuenta los importantes cambios que experimentó el sector de la salud, incluida su financiación, durante la gestión de la crisis.
De hecho, "desde la elaboración de este informe, Marruecos tomó muchas medidas sanitarias, económicas y sociales para mitigar los efectos adversos de la crisis. Una vez que la crisis sanitaria haya terminado, estas medidas tendrán que ser tomadas en consideración en una reflexión más profunda sobre la financiación de la salud", concluye el estudio.