Las dos delegaciones habían celebrado el domingo las primeras sesiones de este diálogo, durante las cuales expresaron su ambición sincera de alcanzar un consenso que lleve a Libia a buen puerto y ponga fin al sufrimiento del ciudadano libio.
Habían elogiado, también, la voluntad sincera del Reino y su preocupación por crear el clima fraternal apropiado que ayude a encontrar una solución a la crisis libia, a fin de alcanzar un consenso que conduzca al logro de la estabilidad política y económica en Libia y que alivie el sufrimiento del pueblo libio y le permita avanzar hacia la construcción de un Estado fuerte y estable.
El ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, había subrayado en la inauguración de este diálogo que la dinámica positiva observada recientemente en el dosier libio, especialmente después del alto el fuego y la presentación de iniciativas por las partes libias, es susceptible de allanar el camino hacia una solución a la crisis libia.
Bourita insistió, en este sentido, en que una solución a la crisis libia se basa en tres principios fundamentales, a saber, el patriotismo libio, la convicción de que la solución sólo puede ser política y la confianza en la capacidad del Alto Consejo de Estado libio y de la Cámara de Representantes libia, como instituciones legítimas de superar las dificultades y entablar un diálogo por Libia y en interés del país, con toda la responsabilidad a fin de superar las dificultades circunstanciales.
Se produce unas semanas después de la visita a Marruecos del presidente del Alto Consejo de Estado libio, Khaled Al Mechri, y del presidente del Parlamento libio, Aguila Saleh, por invitación del presidente de la Cámara de Representantes de Marruecos.
El diálogo libio también viene después de la visita a Marruecos de la representante especial y jefa de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) interina, representante especial adjunta del secretario general, Stephanie Williams, como parte de sus consultas con las partes libias, así como con los socios regionales e internacionales, para encontrar una solución a la crisis libia.