"Los servicios públicos esenciales son la única cesta social para algunas categorías de la población, las más vulnerables. Algunos indicadores ya muestran un impacto de la crisis en el acceso a los servicios básicos", destaca esta nota preparada en julio de 2020.
En lo que respecta a la salud, el 30% de las familias con derecho a servicios de consulta prenatal y postnatal tuvieron que renunciar a estos servicios, según la encuesta realizada por el HCP el pasado mes de abril sobre los efectos de la crisis en las familias, mientras que el 36% de los marroquíes con hijos que deben ser vacunados renunciaron a los servicios de vacunación, recuerda la misma fuente.
Esta perturbación de los servicios públicos esenciales, a menudo vinculada al temor al virus, la incertidumbre sobre la duración de la situación, la reducción de la movilidad o la falta de conectividad, puede crear vulnerabilidades latentes o amplificar las ya existentes que probablemente se manifiesten con mayor profundidad en los meses y años venideros, advierte la nota.
Según la misma fuente, se trata básicamente del ámbito de la salud (detección de patologías y atención regular), pero también de la educación, donde las interrupciones de la escolaridad aumentan el riesgo de abandono escolar.
La nota también llama a desarrollar un nuevo modelo de equilibrio económico y desarrollo sostenible, en consonancia con la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sacando lecciones de la crisis actual y sin dejar a nadie atrás.