«La UE no reconoce la marroquinidad del Sáhara Occidental», titulaba la agencia en esta nota del 4 de julio, en la euforia de la celebración por el pueblo hermano argelino de la independencia del país, suspendida a la que aparentará la verdadera victoria esta vez sobre la opresión y el nepotismo.
Una verificación rápida demuestra lo absurdo de esta nueva salida desesperada de los guardias de la agencia argelina, cuadriculada por los esbirros de un poder crepuscular.
De hecho, Borrell subrayó en su respuesta a una pregunta parlamentaria que la UE y Marruecos concluyeron un acuerdo el 19 de julio de 2019 que confirma la aplicación de las preferencias arancelarias a los productos originarios de Marruecos, incluidos los del Sáhara marroquí, con un impacto positivo en el desarrollo sostenible de las provincias del sur.
La respuesta del alto representante de la UE se basa en la posición de la Unión sobre el Sáhara adoptada en junio de 2019 por todos los Estados miembros durante el Consejo de Asociación Marruecos-UE.
El bulo de la APS traduce pues la desesperación de los spin-doctors de la manipulación del Estado argelino, especialmente después de los múltiples fracasos sufridos en el terreno europeo en los últimos años.
A través de la instrumentalización de las respuestas de los altos responsables europeos a las preguntas de algunos eurodiputados, Argelia no sólo trata de ganar tiempo, sino de eludir su responsabilidad en cuanto al mantenimiento del statu quo en la región.
En el momento en que Argelia prosigue su ensañamiento enfermizo, Marruecos y la UE siguen avanzando como socios estratégicos y consolidando el derecho de la población local al desarrollo mediante acuerdos beneficiosos para el conjunto de las regiones del Reino.