En un artículo, la escritora chilena Patricia Cerda relata sus recuerdos de Marruecos, "una mezcla entre historia viva, magia exótica y hospitalidad", guiada por el imaginario de las novelas del escritor español Juan Goytisolo.
"Mis deseos de conocer ese país se remontan a mi época de estudiante, cuando leía las novelas de Juan Goytisolo. Me fascinaba la forma en que este gran escritor español intrincaba la historia de España y el presente y descubría los hilos que la unen al mundo árabe", escribió Cerda.
Al visitar la ciudad de Marrakech, ciudad imperial adoptiva de Juan Goytisolo, la autora chilena "pudo comprender finalmente su entusiasmo por Marrakech y Marruecos en general".
En la Plaza Jamaa El-Fna, "un lugar mágico y un centro neurálgico de Marrakech", el visitante descubre la magia de la ciudad en medio de callejones adornados con todo tipo de productos y ricos en colores y aromas que llevan los recuerdos lejanos de las "carabanas desde el Lejano Oriente".
En Casablanca, la capital económica del Reino, Patricia Cerda participó, el pasado 6 de febrero, en el 26º Salón Internacional de la Edición y del Libro (Siel).
Durante esta estancia literaria, la escritora chilena presentó la traducción al árabe de su novela "Mestiza".
Recorriendo Marruecos, Patricia Cerda tuvo la oportunidad de descubrir la legendaria hospitalidad de los marroquíes.
Su viaje a Rabat, Casablanca y Laayún le permitió descubrir un país acogedor y hospitalario, rico de una cultura milenaria y ancestral. "La Unesco debería incluir la hospitalidad marroquí en su lista del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad", concluyó la autora.