"Como crisol de poblaciones de diversos orígenes, enriquecido por sus afluentes africano, andalusí, hebreo y mediterráneo, Marruecos está impregnado de una cultura y unos valores de tolerancia, coexistencia y reconocimiento del otro", explicó Zniber, que intervenía en el Diálogo Urgente sobre el Racismo y las Violaciones de la Policía, en el marco de la 43ª sesión del Consejo de Derechos Humanos.
Así, continuó el embajador, Marruecos rechaza todas las expresiones de racismo y las condena en los términos más enérgicos.
A ese respecto, señaló que "este debate urgente debería ser una oportunidad para que los miembros del Consejo aprovechen el actual impulso internacional para hacer de la lucha contra el racismo una prioridad y una urgencia, más que nunca, con miras a dar una respuesta política firme y el tan esperado cambio en beneficio de las generaciones futuras".