Esta desaceleración es el resultado de los efectos combinados de la caída de 5,8% del volumen del valor añadido (VA) del sector agrícola (excluida la pesca) y del aumento de 3,8% del VA de los demás sectores de actividad no agrícolas, explica el HCP en una nota informativa relativa a las cuentas nacionales provisionales para 2019.
Este crecimiento económico fue impulsado por el consumo final y la demanda externa en el contexto de una inflación controlada y una reducción de la necesidad de financiación de la economía nacional, precisa la misma fuente.
Con un aumento de 2% de los impuestos netos de las subvenciones a los productos en lugar de 4,6% del año anterior, la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB), excluyendo la agricultura, se situó en 3,5% en 2019, señala el HCP.