El número de autobuses de transporte de personal fue duplicado para limitar el número de personas en el interior, y se puso en marcha también un control sistemático de la temperatura de las personas que entran a la planta, con una cámara térmica, lo que impide el acceso de personas con síntomas, agregó Gal.
Por otra parte, el director general de la planta de Renault Nissan en Tánger indicó que la reanudación de la actividad requirió la aprobación de las autoridades, y explicó que una comisión interministerial muy exigente auditó el sistema y emitió recomendaciones, lo que permitió reanudar la actividad en buenas condiciones, gracias al apoyo de las autoridades.
"Seguimos recibiendo el apoyo de las autoridades de otra manera, con campañas de pruebas masivas que protegerán aún más a nuestros empleados", agregó.