Durante una sesión plenaria de la Cámara de Representantes, dedicada al examen de su presentación sobre "la gestión del confinamiento para después del 20 de mayo", El Otmani dijo que desde el principio se dejó claro que el confinamiento no significa el cese de la actividad industrial y económica, sino más bien el cierre de un conjunto de unidades abiertas al público, para que no sean una fuente de transmisión de la epidemia.
El Otmani recordó el informe conjunto enviado el 20 de marzo a los profesionales por los Ministerios del Interior y de Industria, Comercio y Economía Verde y Digital, en el que se enumeran las actividades comerciales y los servicios necesarios que debían seguir prestando sus productos y servicios a los ciudadanos durante el período del estado de emergencia sanitaria.
Tras señalar que había muchos negocios en funcionamiento, El Otmani destacó que en ocasiones, debido a las dificultades de los viajes y por temor a la epidemia, algunos empleadores y empleados interrumpieron sus actividades, añadiendo que muy pocos establecimientos fueron cerrados por decisión de las autoridades por incumplimiento de las normas.
El Otmani subrayó que la decisión tomada, desde el principio, fue que todas las unidades industriales, compañías y empresas debían seguir funcionando, cumpliendo al mismo tiempo con las medidas de salud y protección.