Los mecanismos de distribución de las ayudas humanitarias no han cambiado desde hace casi 30 años en la región, señaló en el programa "Con Marruecos desde Washington" sobre el tema "el coronavirus y sus repercusiones sobre las condiciones de los secuestrados en los campamentos de Tinduf en Argelia", difundida el domingo por la cadena Medi1tv.
También recordó que, en documentos de las Naciones Unidas de 2014 y 2015, otros órganos de la Unión Europea y organizaciones no gubernamentales habían expresado su profunda preocupación por los métodos de distribución de esas ayudas, y su desviación fuera de Tinduf.
El Coronel Mclaughlin, quien ya había trabajado en la MINURSO y había visitado los campamentos de Tinduf, señaló que había una larga historia de mala distribución de las ayudas destinadas a los secuestrados en Tinduf y observó que, según ciertas informaciones, estas ayudas no sólo se venden en el mercado argelino, sino también en los mercados mauritano y nigerino.
También mencionó los peligros que corren los secuestrados, en particular a raíz de los últimos acontecimientos, indicando que Tinduf es una zona muy remota, a pesar de algunos intentos de organización y de las malas condiciones sanitarias, en particular en el contexto de la pandemia y en ausencia de las necesidades básicas y vitales de la vida.
Recordando los informes publicados por varias organizaciones sobre las condiciones de la población de Tinduf, sobre todo después de la confirmación por el Ministerio de Sanidad de Argelia de seis casos de coronavirus en esa región, el Coronel Mclaughlin sostuvo que esas organizaciones deben hacer oír su voz, insistiendo en la necesidad de que las Naciones Unidas, que en octubre pasado decidieron prorrogar por un año el mandato de la MINURSO, tomen una serie de decisiones, en particular en el aspecto humanitario.
Además, ha considerado que el desvío de las ayudas por parte de Argelia y el polisario, el cierre de las fronteras y el aislamiento de la población constituyen elementos de la investigación que debe realizar Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos, llamando a la responsable a ir a Tinduf para comprobar de primera mano la situación sobre el terreno.
Respondiendo a una pregunta del presentador del programa sobre el asesinato por las fuerzas argelinas de los secuestrados saharauis que intentaron huir del infierno, este profesor en la Escuela de Seguridad Nacional Daniel Morgan destacó que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos debe pedir al Gobierno argelino abrir una investigación o dar explicaciones sobre lo ocurrido.
Por su parte, el analista de la emisión J.D Gorden indicó que, desde el punto de vista del derecho internacional, la protección de los campamentos es responsabilidad de Argelia, cosa que no hace, y peor aún, permite al polisario gestionar los campamentos, añadiendo que los dirigentes del polisario ejercen la dictadura y llevan a todos sus opositores a los tribunales militares y les encarcelan por expresar su opinión.
También se refirió a las medidas de restricción de la libertad de circulación, subrayando que las fuerzas argelinas habían matado recientemente a dos saharauis secuestrados que trataban de huir de los campamentos.
J.D Gorden también evocó las restricciones a la libertad de reunión, a la privación de todos los derechos en los campamentos y a la corrupción de los dirigentes del polisario, que disponen de lujosas residencias en Tinduf, mientras que los demás sufren.
En cuanto a la desviación de la ayuda humanitaria destinada a la población de Tinduf, J.D Gorden calificó de peligrosa la situación, sosteniendo que Argelia había incumplido su obligación de proteger los derechos de los secuestrados de Tinduf.
El embajador Adam Ereli, ex portavoz del Departamento de Estado estadounidense, que dirige el programa, afirmó que las últimas semanas se han caracterizado por varias informaciones sobre los sufrimientos y las condiciones inhumanas de los secuestrados saharauis en Argelia, en particular tras la propagación del coronavirus en diferentes regiones de Argelia.
El gobierno argelino y el polisario cerraron todas las salidas de los campamentos y prohibieron entrar y salir, dijo el responsable, indicando que informes mencionan cerca de 250 casos de infección por el coronavirus en Tinduf, además de un cierto número de fallecimientos.
A la luz del derecho internacional, el gobierno argelino es responsable de la vida de los secuestrados en su territorio, prosiguió el embajador Ereli, sosteniendo que ha faltado a esta responsabilidad en beneficio del polisario.