En un comunicado, la administración de la prisión indica que el difunto tomaba regularmente medicamentos recetados para enfermedades mentales y psíquicas, que se sometía al seguimiento del equipo médico de la prisión y que tenía derecho a recibir constantemente visitas familiares, subrayando que su comportamiento con los funcionarios y los reclusos era "normal" y que iba a ser libertado el 25 de julio de 2020, tras cumplir una condena de 10 años.
La fiscalía competente y la familia del difunto fueron informados de su muerte, de conformidad con la ley relativa a la organización y el funcionamiento de los centros penitenciarios, concluye el comunicado.