"En el marco de la vigilancia permanente de la situación del suministro al mercado nacional de productos petroleros, en particular con el estado de emergencia sanitaria decretado por Marruecos para frenar la propagación de la pandemia del nuevo coronavirus (covid-19), el Ministerio de Energía, Minas y Medio Ambiente afirma que la oferta se mantiene estable y suficiente para cubrir todas las necesidades de los hogares y de los sectores productivos durante el mes sagrado del Ramadán, que se caracteriza por un aumento del consumo de gas butano", indica un comunicado del Ministerio.
Desde el comienzo de esta crisis y como parte de un enfoque proactivo contra cualquier posible repercusión del covid-19, el Ministerio ha tomado una serie de medidas para evitar interrupciones en el suministro de bombonas de gas al mercado nacional.
Para ello, ha orientado a sus servicios descentralizados, en coordinación con las autoridades públicas, a que insten a los diferentes actores locales, empresas de producción y distribución y puntos de venta de estas botellas, a respetar estas medidas.
Se trata de la obligación de entregar una bombona de gas vacía para comprar una nueva y la venta de una sola bombona por cliente en cada etapa del suministro.
Se trata, también, de garantizar los medios de transporte adecuados para asegurar el suministro continuo de este producto, prolongar las horas de trabajo en los centros de llenado para satisfacer las necesidades nacionales, e intensificar las visitas de los comités de control para identificar los excesos y emprender acciones legales contra los infractores.
La aplicación inmediata de estas medidas a nivel regional ha permitido estabilizar la demanda y la oferta de gas butano, señala el Ministerio, recordando la decisión de crear un comité de vigilancia para supervisar el suministro de productos energéticos al mercado nacional.
En cuanto a los demás productos petrolíferos, la demanda de combustibles ha disminuido constantemente desde la declaración del estado de emergencia sanitaria que ha dado lugar a una reducción del tráfico. Esta disminución ha ido acompañada de una reducción de los precios de venta al consumidor, principalmente tras la caída sin precedentes de los precios del petróleo en el mercado mundial.