El Reino ha demostrado, en el pasado, su capacidad de resistencia frente a las conmociones internas y externas, señaló en una entrevista con la MAP, felicitándose de la proactividad de las autoridades marroquíes en la gestión de emergencia de la crisis sanitaria, desde la aparición del primer caso (02 de marzo), a fin de mitigar las repercusiones económicas y sociales negativas.
"Pienso sobre todo en el apoyo a los sectores más vulnerables de la población, a las pequeñas y medianas empresas (PYME) y, de manera más general, a las empresas y al empleo, así como en el apoyo del Banco Central (Bank Al-Maghrib) al sector bancario".
Cada país decidirá cómo reactivar la economía pero, por supuesto, será necesario coordinar las políticas públicas a nivel internacional, en particular en vista de la interdependencia económica entre Marruecos y Europa.
Se prevé que el año 2020 será "extremadamente" difícil desde el punto de vista económico y social, no sólo por las consecuencias de la crisis sanitaria, sino también por el déficit de lluvias que ha afectado al sector agrícola.
Como resultado, la balanza de pagos se verá "fuertemente" afectada, en particular debido a la pérdida de ingresos por turismo, la disminución de las transferencias de dinero de los marroquíes que viven en el extranjero y las exportaciones, principalmente a Europa. Además, la disminución de la demanda interna tendrá un fuerte impacto en las finanzas públicas con un fuerte aumento del déficit público, dijo.