En el marco de un análisis realizado por expertos francófonos y arabófonos sobre el impacto de la pandemia del Coronavirus en el mundo, este artículo recuerda que las fronteras y las comunicaciones aéreas, marítimas y terrestres entre España y Marruecos están cerradas desde el 12 de marzo a causa de la crisis de COVID-19, lo que mantiene a una gran parte de los marroquíes residentes en este país confinados en sus casas y supone el cese laboral para quienes tenían trabajo.
El artículo informa también de tres muertes en esta comunidad, según la Embajada de Marruecos en España, a fecha del 20 de marzo.
Pero el impacto de la crisis irá más allá del estado de emergencia decretado por las autoridades españolas el 14 de marzo de 2020, subraya la misma fuente a la luz de la experiencia de la crisis económica de 2008-2013, indicando que los impactos previsibles podrían afectar, particularmente, a los trabajadores temporeros de cosecha de frutos rojos (fresas) en Huelva.
De hecho, el cierre de la frontera ha cancelado los planes de viaje de unas 6.000 a 9.000 mujeres marroquíes, de las que 6.500 fueron contratadas por primera vez en diciembre de 2019 para trabajar durante un período de 3 a 6 meses.
Por otra parte, el estudio agrega que el desempleo se perfilará, especialmente en los sectores de la construcción y la hostelería, precisamente los más vulnerables en periodos de crisis, y precisa que este desempleo se verá agravado en muchos casos por la pérdida del permiso de trabajo.
Se trata igualmente de problemas relacionados con las remesas de los migrantes, que equivalen a más del 6% del PIB marroquí, o sea, según las cifras oficiales del Banco de España (banco central español), unos 662 millones de euros en remesas enviadas en 2018 por los marroquíes residentes en España (a través de canales oficiales).
Asimismo, el análisis deduce que estas perspectivas deberían conducir a una movilización concertada de las autoridades, tanto marroquíes como españolas, para anticipar los efectos de la crisis, planificar intervenciones específicas y satisfacer las necesidades de los más vulnerables.
El objetivo es proporcionar a esta comunidad, que está en el centro de las relaciones entre los dos países, una red de seguridad que permita a los marroquíes residentes en España llevar a cabo sus proyectos.