En un discurso dirigido a la Cumbre extraordinaria de los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Africana (UA) sobre la zona de libre cambio continental, que se celebra el miércoles en Kigali, el Soberano indicó que “la creación de la zona de libre cambio más amplia del mundo, que cuenta con la población más joven del mundo, viene a ser la mejor prueba de nuestra voluntad común de construir el África de mañana”.
Esta zona de libre cambio “viene a prolongar y confortar las numerosas medidas tomadas por nuestros respectivos países a favor del comercio intraafricano”, agregó SM el Rey, señalando que sirve, asimismo, para catalizar las inversiones, estimular el crecimiento económico, desarrollar las interconexiones continentales y aportar un nuevo dinamismo a la integración africana.
“He aquí un planteamiento pragmático para una África integrada, próspera y en sintonía con las realidades internacionales”, recalcó el Soberano.
Recordando el Plan de acción de Lagos para el desarrollo de África, de 1980, y el Tratado de Abuja, de 1991, que erigieron las Comunidades Económicas Regionales como fundamento para la integración africana, SM el Rey destacó que “hoy día, la vía para el establecimiento efectivo de una zona de libre cambio continental está ampliamente trazada, debido a los progresos palpables que tales Comunidades han realizado en la materia, donde algunos han alcanzado ya la etapa de la unión aduanera”.
Con esta ocasión, el Soberano anotó que, por su propia experiencia, Marruecos “sabe pertinentemente que la apertura económica y el establecimiento de zonas de libre cambio con los socios tanto del Norte como del Sur, suelen suscitar inquietudes legítimas y plantear ciertos desafíos que han de ser relevados mediante mecanismos apropiados”.
“Es innegable que cuando tales inquietudes y desafíos son debidamente asumidos, las virtudes de la apertura económica se muestran tangibles y sus plusvalías benéficas al desarrollo de la economía nacional y a la emergencia de nuevos sectores”, dijo SM el Rey, estimando que “ir en contra de esta dinámica, a escala continental, supondría un retraso de África, así como de su competitividad y desarrollo”.
En este sentido, añadió el Soberano, Marruecos confía en un codesarrollo fundado sobre la cooperación intraafricana y complementariedad económica, la solidaridad activa y mutualización de medios y esfuerzos.
“Se trata, en definitiva, de condiciones inherentes a todo crecimiento inclusivo y al desarrollo humano y sostenible de nuestro continente”, prosiguió SM el Rey, indicando que el objetivo final no es otro sino erigir nuestro continente en fuerza dinámica y actor de relieve en la escena internacional, al servicio de nuestras poblaciones.
Por otra parte, el desarrollo del continente africano y de sus intercambios comerciales deberá igualmente tomar en consideración los desarrollos tecnológicos mundiales, convirtiendo el déficit de nuestros intercambios intracontinentales en una verdadera oportunidad para el desarrollo de nuevas tecnologías digitales”, aseguró el Soberano, subrayando que lo numérico está cambiando la faz de nuestro continente, gracias al impulso de una juventud ingeniosa, creativa y audaz.
“Este salto digital es fruto de los jóvenes startups activos en los dominios de las finanzas, telecomunicaciones, industria y agroalimentación, entre otros. La población joven y de bajos ingresos suele estar en el centro de este proceso de innovación, por lo que debe ocupar el centro de nuestras políticas públicas”, dijo SM el Rey.
En este contexto, el Soberano afirmó que la Zona de Libre Cambio Continental Africana es un instrumento fundamental para promover este nuevo paradigma de desarrollo económico, centrado en la innovación, la diversificación y el intercambio solidario.
“La zona en cuestión ya no es una mera ilusión o un simple proyecto”, explicó el Soberano, observando que los resultados obtenidos, con espíritu de compromiso, son equilibrados y reflejan las expectativas y preocupaciones de todos.
Asimismo, el entusiasmo y dinamismo que marcaron las rondas de negociaciones, han permitido prever la liberalización del comercio de mercancías en un ambicioso porcentaje de 90%, precisó el Soberano, explicando que “a través de este primer resultado tangible, todos los Estados concernidos manifiestan su voluntad de apertura y ampliación de mercados, respetando a la vez las especificidades de las economías nacionales, especialmente las industrias nacientes y las actividades económicas de las poblaciones vulnerables”.
“Por ello, hemos de centrar las futuras negociaciones sobre cuestiones igualmente importantes, como son las condiciones de una competencia sana, el respeto de la propiedad intelectual y la promoción de las inversiones”, insistió SM el Rey.
“Para construir el África del futuro, aquella dueña de su destino, muchas etapas han sido franqueadas y otras tantas quedan por realizar. Hemos de finalizar esta obra para que nuestro desarrollo económico no sea de ningún modo tributario de voluntades externas”, concluyó el Soberano.