El objetivo es poner término a la ocupación, con el fin de alcanzar un acuerdo que plantee todos los aspectos de una solución definitiva, subrayó SM el Rey en un mensaje, entregado hoy miércoles en Nueva York, al presidente del Comité de la ONU para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, con motivo del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
En este mensaje, el Soberano afirma que el enemigo de la paz consiste en la extensión de los asentamientos ilegales, cuyo ritmo ha sido acelerado de manera preocupante desde comienzos de 2017, además de la legalización de los núcleos de asentamientos de manera retroactiva.
Estas operaciones de colonización, lamentó SM el Rey, son una flagrante violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y de todos los tratados y decisiones internacionales relativos a la cuestión palestina, hecho éste que nos lleva legítimamente a plantear una interrogación acerca de si todavía existe alguna posibilidad para establecer un Estado palestino que viva lado a lado con Israel.
“Al seguir de cerca, con total preocupación, la persistencia del gobierno israelí de permitir planes de asentamientos en los territorios palestinos ocupados, e incluso en los lugares santos de al-Qods”, indicó SM el Rey, invitando al Consejo de Seguridad y a todos los miembros de la comunidad internacional a actuar con celeridad a fin de obligar a Israel, en su condición de potencia colonizadora, a respetar el estatuto jurídico e histórico de los territorios palestinos ocupados.
En este sentido, el Soberano solicitó la actuación rápida para llevar al gobierno israelí a respetar el estatuto jurídico e histórico de al-Qods y los lugares sagrados, así como a paralizar todas las medidas unilaterales que buscan transformar la identidad árabe, islámica y cristiana de Al-Qods oriental.
“Asimismo, ha de considerar las líneas fronterizas del 4 de junio de 1967, como fronteras del Estado palestino, y detener las actividades de asentamiento en el conjunto de los territorios palestinos ocupados, tal y como estipulan las resoluciones de Naciones Unidas, como la 2334 del 2016, siendo la última adoptada al respecto”, precisó SM el Rey.
Insistiendo en que la causa palestina es central para los mundos árabe e islámico, SM el Rey sostuvo que si no se resuelve, seguirá hipotecando el futuro de los pueblos de la región, constituyendo uno de los principales motivos de la propagación del extremismo y la inestabilidad.
El Soberano por otra parte lamentó la oposición del gobierno israelí a interactuar positivamente con la Iniciativa de paz árabe y demás iniciativas internacionales, particularmente la Hoja de ruta del año 2003 adoptada por el Consejo de Seguridad, y la iniciativa francesa que posteriormente dio lugar a la Conferencia por la Paz en Medio Oriente de comienzos del presente año, con el fin de rescatar la solución de los dos Estados.
Con estas artimañas, el gobierno israelí se afana diariamente en consagrar la realidad que prevalece sobre el terreno, hecho éste que anuncia su intención de enterrar la solución biestatal, lamentó el Soberano, avisando de que la persistencia de esta situación constituye un verdadero peligro para los dos pueblos, palestino e israelí, además de alargar la vida de la fuente de la tensión, el extremismo, el odio y la inestabilidad en la región y en el mundo.
Por otra parte, SM el Rey se felicitó de la reconciliación interpalestina, tras años de división y esfuerzos dispersos, considerándolo como un paso por el buen camino que busca poner término a la división y recuperar la cohesión nacional, con vistas a realizar las aspiraciones del pueblo palestino de establecer su Estado independiente, con su capital en al-Qods Al Sharif.