"Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor enviado de Dios, su familia y compañeros
Querido pueblo,
En el día de hoy conmemoramos con todo orgullo el cuadragésimo segundo aniversario de la Marcha Verde y dentro de unas semanas vamos a celebrar el sexagésimo aniversario del Discurso de Nuestro Abuelo Su Majestad el Rey Mohammed V, Dios le tenga en Su Gloria, pronunciado en M´hamid al Guizlan.
¿Por qué queremos rememorar en el día de hoy estos dos acontecimientos históricos y qué vinculación guardan entre sí?
El factor común entre ambos consiste en el pacto permanente que une al Trono y al pueblo en torno a la unidad de la Nación, encabezada por el Sáhara marroquí.
El Discurso histórico de M´hamid al Guizlan encierra más de un significado. Así pues, constituyó una destacada etapa dentro del proceso de integración de la unidad territorial. También reafirmó una verdad única que nadie puede negar, a saber, la marroquidad del Sáhara y el aferramiento del pueblo marroquí a su tierra.
• Inmediatamente después de la independencia de Marruecos;
• antes de registrar la cuestión del Sáhara ante las Naciones Unidas en 1963;
• en un momento en el que no existía ninguna reivindicación con respecto a la liberación del Sáhara, con la excepción de las legítimas reivindicaciones de Marruecos;
• e incluso antes de que Argelia obtuviera su independencia;
Antes de todo esto, Nuestro Abuelo, había reafirmado los derechos históricos y legítimos de Marruecos en su Sáhara, cuando dijo ante los representantes y notables de las tribus saharauis que le presentaron la pleitesía:
"Proclamamos oficial y públicamente que vamos a continuar la acción por recuperar nuestro Sáhara, en el marco del respeto de nuestros derechos históricos y conforme a la voluntad de sus habitantes…" (Final de las palabras de Nuestro llorado Abuelo).
Estas palabras, pronunciadas en aquellas circunstancias, no necesitan interpretación alguna y nadie puede discutir su credibilidad. Representan más que un compromiso, e incluso diría que son un pacto que ha continuado uniendo al Trono con el Pueblo.
También vienen a confirmar que el Sáhara siempre fue marroquí, antes de crearse el diferendo artificial en torno al mismo, y que seguirá siendo marroquí hasta el final de los tiempos, cualesquiera que fueran los sacrificios que por ello tengamos que consentir.
Por fidelidad a este pacto sagrado, y estribándonos en esta legalidad histórica y política, Nuestro Llorado Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, Dios le tenga en Su Misericordia, ideó la Marcha Verde a fin de recuperar nuestras provincias del sur.
Siguiendo la vía trazada por Nuestro Abuelo y Nuestro Padre, y después de liberar la tierra, ahora proseguimos nuestra acción, con el mismo compromiso, a fin de honrar a nuestros ciudadanos en estas provincias y promover su desarrollo, liberando a sus hijos de los campamentos e integrando completamente estas zonas en el seno de la madre patria.
Querido pueblo,
Desde que accedí al Trono, a Dios y a ti he prometido consentir todos los esfuerzos a favor de la defensa de nuestra integridad territorial, así como aportar a los hijos del Sáhara las condiciones de una vida libre y digna.
Nuestra vía constante siempre ha sido la complementariedad y la armonía entre la acción exterior, para defender nuestros legítimos derechos, y los esfuerzos para realizar el desarrollo interno, en el marco de la solidaridad y unanimidad nacionales.
A escala internacional, Marruecos sigue comprometido con su adhesión a la actual dinámica deseada por Su Excelencia Don Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, en cooperación con su Enviado personal, dentro del respeto de los principios y referencias constantes, que constituyen la base sobre la que se asienta la postura marroquí, a saber:
• Primero: no a cualquier solución de la cuestión del Sáhara, fuera de la soberanía total de Marruecos sobre su Sáhara y de la iniciativa de autonomía, cuya seriedad y credibilidad reconoce la comunidad internacional.
• Segundo: aprender de las lecciones sacadas de las experiencias anteriores al mostrar que el problema no consiste en alcanzar una solución, sino en el proceso que lleva hacia la misma.
Por ello, todas las partes que procedieron a la fabricación de este diferendo, deben asumir completamente sus responsabilidades con el fin de encontrar una solución definitiva al mismo.
• Tercero: el compromiso total con las referencias adoptadas por el Consejo de Seguridad para el tratamiento de este diferendo regional artificial, en consideración de que representa la única instancia internacional, encargada de amparar el proceso de arreglo;
• Cuarto: el rechazo absoluto de cualquier exceso o intento de atentar contra los derechos legítimos de Marruecos y sus intereses supremos, así como de cualquier propuesta ya superada, para desviar el proceso de arreglo de las referencias adoptadas, o forzar la inserción de otros temas que deben ser tratados por las instituciones competentes.
A escala interna, y como he tenido la ocasión de asegurar en varias ocasiones, no nos vamos a quedar con los brazos cruzados en espera de que venga la solución deseada. Todo lo contrario, continuaremos nuestra labor con el fin de promover el desarrollo de nuestras provincias del sur y garantizar la libertad y dignidad de sus poblaciones.
En este marco, continuaremos la implementación del modelo de desarrollo propio a estas provincias, paralelamente a la puesta en marcha de la regionalización avanzada, a fin de que los habitantes de la zona puedan llevar democráticamente sus asuntos y contribuir al desarrollo de su zona.
Los proyectos que Hemos lanzado, y aquellos que sucederán, harán del Sáhara marroquí un polo económico integrado que le habilitará a desempeñar su papel como un punto de enlace entre Marruecos y su profundidad africana, así como un eje para las relaciones entre los países de la zona.
Querido pueblo,
Tal y como ya hemos afirmado, este modelo no puede reducirse al mero aspecto económico, porque constituye un proyecto societal integral que busca la prosperidad del hombre y la salvaguarda de su dignidad, colocándolo en el centro de la operación de desarrollo.
Tal proyecto viene a conferir un lugar particular a la preservación del patrimonio cultural y civilizador saharauí, que, como bien sabemos, ocupa un lugar especial en los corazones de los habitantes de la zona.
De ahí, el que procuremos cuidar y difundir la cultura hassaní, disponiendo las estructuras y servicios culturales y estimulando las iniciativas y manifestaciones artísticas, además de reservar un lugar de honor a los artistas, a la cultura y a la creatividad.
Esto mismo hacemos al tratase de todos los componentes de la identidad marroquí unitaria, ya que no establecemos distinción alguna entre el patrimonio y las especificidades culturales y lingüísticas de las diferentes regiones de Marruecos, ya se trate del Sáhara, de Sus, del Rif, del Atlas o de la Región oriental.
Cuidar el legado cultural local no significa en ningún caso estimular el fanatismo o el ostracismo, como tampoco debe constituir un móvil para el extremismo o el separatismo. Tal cuidado viene más bien a reflejar Nuestro orgullo por los múltiples y diversos afluentes que conforman la identidad nacional, en el seno de Marruecos, con sus regiones unidas.
Nuestra responsabilidad colectiva reside en la preservación de este capital cultural y civilizador nacional, salvaguardando sus componentes y afianzando la comunicación y el cruce de sus elementos, en el seno de la apertura sobre los valores y las civilizaciones planetarias y sobre el mundo del conocimiento y la comunicación.
Querido pueblo,
La conmemoración de la Marcha Verde y la evocación del Discurso de M´hamid al Guizlan constituyen una oportunidad para inspirarnos de los valores transmitidos por el sincero patriotismo, la lealtad a los valores sagrados de la Nación y el sacrificio por la Patria.
Merced a tales valores y a la movilización nacional colectiva, Marruecos consiguió recuperar sus provincias del sur, prosiguiendo con sus marchas de desarrollo y edificación.
Cuán necesitados estamos hoy de estos valores para trasladarlos a la escuela, a la familia y a la sociedad, así como a todos los ámbitos, con el fin de relevar los desafíos internos y externos que nuestro país afronta.
Con esta ocasión, queremos expresar Nuestro orgullo por nuestras Fuerzas Armadas Reales y las Fuerzas de Seguridad, con todos sus componentes, así como Nuestra consideración por los esfuerzos y sacrificios que consienten y constante movilización, bajo Nuestro liderazgo, en defensa de la integridad territorial de la Nación y del mantenimiento de su seguridad y estabilidad.
Queremos igualmente aprovechar esta oportunidad para renovar Nuestro compromiso y reforzar la movilización colectiva, con vistas a promover el desarrollo global en todas las regiones del Reino, especialmente en nuestras provincias del sur, en el seno de un Marruecos unido, que garantiza la libertad, la dignidad y la justicia social a todos sus hijos.
He aquí la mejor lealtad a las límpidas memorias de los héroes de la liberación y la independencia, encabezados por Nuestro Venerado Abuelo, Su Majestad el Rey Mohammed V, Dios tenga en su Santa Gloria, así como al Juramento de la Marcha Verde y a su artífice, Nuestro Augusto Padre, Su Majestad el Rey Hassan II, Dios acoja en su Misericordia, y a todos los virtuosos mártires de la Nación.
Wassalamou alaikoum warahmatoullahi wabarakatouh".