En este mensaje, el Soberano expresa, en su propio nombre y en el del pueblo marroquí, al presidente Peña Nieto, y a través de él al pueblo mexicano amigo, sus sinceras condolencias y su profundo sentimiento de compasión y solidaridad.
En esta dolorosa prueba, SM el Rey implora a Dios que conceda una rápida recuperación a los heridos y reciba a las víctimas en Su vasto paraíso y las rodee de su santa misericordia.