En estos mensajes, SM el Rey subraya que "en esta ocasión bendita, nuestra nación está llamada a meditar el alcance simbólico de este rito importante del Islam, que corona el período de la peregrinación a La Meca. Siendo un acto de devoción espiritual por excelencia, esta celebración brinda una oportunidad a los fieles para obtener las gracias del Señor, impregnándose de los valores de nuestra santa religión, que predica la fraternidad y la concordia, y que insta a la paciencia, el altruismo, la ayuda mutua y la solidaridad".
SM el Rey afirma también que "la adhesión a esos nobles ideales es capaz de permitir a la nación islámica ir adelante en su búsqueda de la unidad, la complementariedad y la prosperidad, en un clima impregnado de seguridad, quietud y estabilidad".
El Soberano pidió al Altísimo "inspirarnos a todos, dirigentes y pueblos, sabiduría y clarividencia en la acción incansable que llevamos a cabo para la realización de las aspiraciones de nuestra nación hacia la grandeza y la gloria, para que pueda asumir plenamente su papel cultural en la promoción de los valores universales de apertura, diálogo y convivencia entre los pueblos y culturas".