Este cumpleaños viene para recordar los instantes felices del jueves 8 de mayo de 2003, cuando el ministerio de la Casa Real, del Protocolo y de la Cancillería anunció el nacimiento bendito, en el Palacio Real en Rabat, de un chico que SM el Rey Mohammed VI quiso dar el nombre de Moulay El Hassan, en homenaje a la memoria de Su augusto abuelo, el difunto SM Hassan II, que Dios tenga su alma en su misericordia santa.

Las manifestaciones de alegría y de regocijo surgieron con el al nacimiento de Moulay El Hassan, saludado con 101 cañonazos de salva mientras que miles de ciudadanos se desplazaron con toda espontaneidad hacia la explanada de la plaza de Méchouar para expresar su alegría, y compartir la felicidad de la ilustre familia real a la cual consagran afecto y aferramiento indefectible.

A su vez, la comunidad marroquí residente en el extranjero se asoció a los regocijos tradicionalmente organizados en las ciudades y los pueblos del Reino en esta feliz ocasión.

La celebración del décimo cumpleaños de SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan constituye también una nueva ocasión para los marroquíes de reafirmar su fidelidad al glorioso Trono Alauita a través del juramento de pleitesía que les une con el Soberano, Emir Al Muminin (Comendador de los Creyentes), defensor de la fe y garante de los intereses supremos de la Nación y de los ciudadanos.

Durante este año, SM el Rey Mohammed VI quiso, al igual que los últimos años, que SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan esté a su lado en varias actividades oficiales, particularmente en la ceremonia de acogida oficial, el miércoles 3 del pasado abril en la plaza Méchouar en el Palacio Real de Casablanca, del Presidente de la República Francesa, François Hollande.

SM el Rey, Emir Al Muminin, quiso igualmente estar acompañado por SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan durante las entrevistas del Soberano con el presidente francés, François Hollande, así como en la ceremonia de firma de convenios de cooperación entre Marruecos y Francia.

Este glorioso cumpleaños es también una ocasión para recordar los momentos fuertes que jalonaron las principales actividades de SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan que procedió el pasado 27 de marzo en Rabat, a la inauguración del área de juego del Centro Al Manar para niños con minusvalías mentales.

Con esta ocasión, Su alteza Real visitó las diferentes aulas del Centro y entregó los diplomas de educadores especializados a cuatro formadores.

Su Alteza Real presidió igualmente el miércoles 23 de enero en Salé, la ceremonia de inauguración de moussem (fiesta) de cirios de Moulay Abdellah Ben Hassoun, organizada con ocasión de Aid Al-Mawlid Annabaoui bajo el lema "El patrimonio de las naciones, una pasarela entre los pueblos"

Con este motivo, Nakib de chorfa Hassouni ofreció a SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan una serie de manuscritos de valor, entre ellos especialmente un manuscrito raro sobre el árbol genealógico del Profeta Sidna Mohammed.

SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan presidió, igualmente el 13 de mayo de 2012 en Rabat, la final de la tercera edición del Torneo Internacional Príncipe Heredero de baloncesto (-12 años), organizado por la Unión deportiva de Tuarga (UST), bajo el Alto patrocinio de SM el Rey Mohammed VI.

El viernes pasado, SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan presidió, en el hipódromo de Casablanca Anfa, la ceremonia del Gran Premio SM el Rey Mohammed VI de la 12º edición de la jornada internacional de carreras de caballos pura-sangre árabe.

Al final de esta ceremonia, Su Alteza Real entregó los trofeos a los propietarios de los caballos vencedores de las pruebas de los Grandes Premios de SM el Rey Mohammed VI, de SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan y de SAR el Príncipe Moulay Rachid.

El alcance y la significación de este glorioso cumpleaños del heredero del glorioso Trono Alauita revisten un gran símbolo reenviando la vuelta a los origines de la monarquía en los fundamentos espirituales de la Oumma inspirados de las tradiciones del Profeta y de los Califas bien guiados, que, en sus comportamientos diarios, velaron siempre por ser magnánimos y extender su mansedumbre a los desfavorecidos y los más débiles.