«Siempre que el Sur está unido y deja de lado sus diferencias ideológicas, es capaz de imponer su voluntad, contribuir a la reforma de las Naciones Unidas e influir en ciertas decisiones de las instituciones internacionales», afirmó Hilale durante su participación en un panel organizado en el marco de la 13ª conferencia internacional anual del Policy Center for the New South (PCNS) "The Atlantic Dialogues".
Según el diplomático marroquí, el Sur, donde ciertos Estados financian el terrorismo y el separatismo y alimentan la guerra y las tensiones, es también una llamada a la solidaridad y representa «una visión de esperanza» a pesar de la persistencia de los conflictos armados.
«En el mundo actual, asistimos desgraciadamente a la persistencia de las desigualdades entre el Norte y el Sur, así como a la continuación de las guerras y los conflictos, porque prácticamente, de 56 guerras que hay en el mundo, 54 afectan a países del Sur», señaló Hilale durante este panel titulado “El Sur y el futuro del multilateralismo”.
Por su parte, la exministra panameña de Asuntos Exteriores, Erika Mouynes, subrayó la «iniquidad» de los actuales sistemas de gobernanza internacional, abogando por la corrección de las disparidades entre Norte y Sur.
Para la exjefa de la diplomacia panameña, el Sur es capaz de reducir drásticamente cualquier dependencia del Norte, gracias a sus enormes recursos y competencias.
En cuanto a Ana Palacio, exministra española de Asuntos Exteriores, se hizo eco de esta opinión, argumentando que las reglas de la gobernanza mundial deben cambiar y hacerse más justas e inclusivas.
Es importante introducir reformas importantes en el Consejo de Seguridad de la ONU y en las instituciones multilaterales en general para tener en cuenta las nuevas realidades del mundo actual y del «Nuevo Sur», sugirió.
Según Palacio, el reto para el Sur es dar un nuevo impulso a la formación, especialmente en el campo de las nuevas tecnologías y el fomento de la educación.
El escritor y futurólogo francés Jacques Attali, afirmó que el mundo busca un nuevo modelo de desarrollo sostenible, necesario ahora para la «supervivencia de la humanidad».
Para lograrlo, el Norte y el Sur están llamados más que nunca a romper con las viejas estructuras económicas y fomentar nuevos modelos más innovadores e integradores, sostuvo.