Gracias a esta política voluntarista Real, Marruecos ha podido poner en marcha un "enfoque integrado", cuyo objetivo es garantizar la disponibilidad de alimentos, promover el desarrollo agrícola y rural sostenible, dar prioridad a la protección de los recursos naturales y adaptarse al cambio climático, subrayó Hilale, que intervenía en una sesión excepcional del Foro Crans Montana (14-16 de noviembre).
Explicó que esta cooperación “solidaria y visionaria” del Soberano se centra principalmente en iniciativas, proyectos e inversiones públicas y privadas para liberar todo el potencial de la agricultura sostenible en África.
Se lleva a cabo a través de tres instrumentos: el Ministerio de Asuntos Exteriores, responsable de la aplicación ordenada de la Visión Real de la cooperación Sur-Sur; el Ministerio de Agricultura, depositario de las políticas públicas y estrategias sectoriales en el ámbito de la agricultura, y el Grupo OCP, brazo operativo de esta visión y líder continental en el mercado de fertilizantes, añadió.
El embajador recordó el lanzamiento por Marruecos, en 2016, de la iniciativa Triple A para la Adaptación de la Agricultura Africana al Cambio Climático, y de la iniciativa Triple S, con Senegal, con miras a apoyar la Sostenibilidad, la Estabilidad y la Seguridad en África, así como la apertura por la OCP de 12 representaciones en todo el continente y el refuerzo de la producción y distribución de fertilizantes en respuesta a la subida de los precios de los fertilizantes tras los conflictos geopolíticos de los dos últimos años.
El grupo marroquí también ha donado miles de toneladas de fertilizantes a varios países africanos, como parte de la solidaridad y solicitud del Reino de Marruecos para con los agricultores africanos.
El embajador subrayó, asimismo, que la inseguridad alimentaria se ha convertido en “un reto de seguridad mundial, que alimenta los conflictos, provoca los flujos migratorios, agrava la inestabilidad política y constituye un caldo de cultivo para el extremismo violento”.
Hilale también llamó la atención sobre el nexo entre la seguridad alimentaria, el cambio climático y los conflictos armados, subrayando que constituye “un ciclo autofortalecido”, en el que cada factor exacerba los demás, creando un desafío global para el desarrollo sostenible.
De ahí el imperativo, concluyó el embajador, de “situar la seguridad alimentaria en una perspectiva de sostenibilidad, equidad social, desarrollo económico, solidaridad internacional, y de paz y seguridad mundiales”.
Organizada a raíz de las elecciones presidenciales norteamericanas, esta sesión del Foro Crans Montana pretende abrir una reflexión profunda sobre los retos de la nueva era para la seguridad mundial, las relaciones internacionales, el desarrollo económico, los negocios y las inversiones.
El Foro Crans Montana, un foro de referencia para líderes políticos y empresariales que debaten sobre los grandes desafíos, habia celebrado varias de sus sesiones en Marruecos, y más concretamente en Dakhla.