Esta visita, precisó, abre una página solemne marcada por la firma por SM el Rey Mohammed VI y el presidente Macron de una declaración de gran importancia relativa a la Asociación de Excepción Reforzada.
Este documento, explicó el ministro, «marca la expresión de una ambición renovada para la cooperación bilateral, firmemente anclada en los principios de igualdad entre los Estados, transparencia, solidaridad y responsabilidad compartida».
Esta declaración, añadió, «esboza los ámbitos prioritarios de colaboración -como las energías renovables y la modernización de las infraestructuras ferroviarias y portuarias- que están llamados a convertirse en los cimientos de una relación enriquecida y mutuamente beneficiosa».
El ministro añadió que «la gobernanza de esta asociación también se define en la declaración: estará bajo la supervisión directa de los dos Jefes de Estado y el seguimiento de un comité restringido, encargado de trazar vías innovadoras y aprovechar las oportunidades para afianzar el fortalecimiento de esta relación a lo largo del tiempo».
Los acuerdos firmados ante el Soberano y el Presidente francés inauguran una nueva generación de compromisos, reveladora de una visión compartida, señaló el ministro, precisando que «la asociación se basa en un enfoque de colaboración auténtica, un verdadero doing with Morocco, que consiste en hacer cosas juntos, reconociendo y desarrollando el potencial de las empresas marroquíes».
En este contexto, Bourita aformó que «las asociaciones emblemáticas en torno a la Línea de Alta Velocidad y el hidrógeno verde encarnan este nuevo espíritu».
En cuanto a la posición francesa sobre el Sáhara marroquí, el ministro indicó que se inscribe en una dinámica global iniciada hace varios años por Su Majestad el Rey Mohammed VI, marcada por numerosos reconocimientos explícitos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, mediante la apertura de una treintena de consulados en Laayún y Dajla, y un apoyo creciente al plan de autonomía como solución a este contencioso regional.
En el seno de la Unión Europea, agregó el ministro, cerca de 20 de los 27 países apoyan también este planteamiento, explicando que la postura francesa es significativa porque procede de un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero sobre todo de un país conocedor de las realidades de esta región y actor influyente en la UE.
El ministro afirmó que «hoy se dan todas las condiciones para avanzar», estimando que «la iniciativa de autonomía cuenta con el apoyo de más de 112 países de todo el mundo, entre ellos más de veinte países de América, incluido Estados Unidos, casi tres cuartas partes de los Estados africanos y países miembros de la Unión Europea».
Esta dinámica internacional, recalcó, se extiende a todos los continentes y a todas las regiones, lamentando sin embargo que el verdadero actor de este contencioso regional siga favoreciendo el statu quo.
Este inmovilismo, deploró, repercute en la seguridad de la región y tiene un coste para el Magreb, el Sahel, las dos orillas del Mediterráneo y, sobre todo, para los pueblos marroquí y argelino.
Refiriéndose a los retos de la geopolítica regional a la luz de las iniciativas de Marruecos, en particular la Iniciativa Atlántica lanzada por SM el Rey con respecto a los países del Sahel, Bourita indicó que «en su enfoque afro-optimista, SM el Rey Mohammed VI siempre se ha negado a ver el Sahel como una fatalidad. Esta es la razón por la que ha visitado Mali 4 veces desde 2012, invirtiendo masivamente en la formación de más de 500 imanes en el Instituto Mohammed VI para la Formación de Imames e iniciando numerosos proyectos de desarrollo, además de la presencia marroquí en los sectores bancario y económico».
En este sentido, explicó el ministro, «se lanzó la Iniciativa Real, que ofrece a los países del Sahel acceso a los puertos marroquíes, zonas de almacenamiento, infraestructuras logísticas y fibra óptica, y les ayuda en los trámites aduaneros. La idea es abrir el Sahel y sacarlo de su aislamiento».
El ministro anotó que las reacciones a esta iniciativa real han sido muy positivas: ya se han celebrado 3 reuniones ministeriales y los Jefes de Estado interesados han creado grupos de trabajo para promover la apropiación de esta iniciativa. Igualmente, se ha elaborado un documento de referencia que pronto se someterá a la aprobación de los Jefes de Estado, con proyectos que se pondrán en marcha a corto, medio y largo plazo».
Señaló a este respecto que «Francia, que también está comprometida con esta región, persigue sus objetivos, pero con su propio enfoque», agregando que «el objetivo común es estabilizar el Sahel, con un profundo respeto por las elecciones de sus pueblos y la firme determinación de promover su desarrollo».