En un estudio sobre «Las energías renovables y megaproyectos de interconexión eléctrica en el norte de África», realizado con el apoyo de la Unión Europea, el think tank señala que Marruecos ha tenido especial éxito en toda la región en el desarrollo de un sólido ecosistema de energía verde, integrando la producción de energías renovables, amoníaco verde y, próximamente, la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.
«Proyectos como las centrales solares de Noor desempeñan un papel central en este ecosistema», afirma el Instituto, señalando que las futuras exportaciones marroquíes de energías renovables, en particular de hidrógeno verde y amoníaco verde, deberían desempeñar un papel importante en la transición energética actual y futura de Europa.
Mientras algunos gobiernos norteafricanos se esfuerzan por «cultivar las relaciones con los inversores privados (en energías renovables) y crear un marco jurídico y reglamentario favorable, el Reino está cosechando éxitos», señalan los autores del estudio.
Según ellos, el éxito de Marruecos puede atribuirse a «su capacidad de alinear los proyectos de energías renovables con las necesidades de la industria local y las demandas del mercado internacional, creando así un ecosistema de energía verde».
Marruecos es también una excepción en el norte de África, una región que adolece de escasez de infraestructuras de energías renovables, señala el think tank, recordando que, en 2022, el Reino ha sido clasificado por el prestigioso Gabinete EY (Ernst & Young) como el mercado más atractivo para la inversión en el sector de las energías renovables.