La propuesta, presentada por el Grupo de Izquierda, algunos de cuyos miembros acostumbran a gesticular sobre la base de una ideología ya en desuso, fue rechazada por mayoría de votos de los eurodiputados pertenecientes a todas las corrientes políticas representadas en el PE.
Esta bofetada a los separatistas y a sus escasos apoyos vuelve a poner las cosas en su sitio y demuestra el aislamiento del TJUE en el seno de las instituciones de la UE y sus Estados miembros, y de los partidarios de los separatistas en el hemiciclo europeo.
Esta negativa de la institución europea se produce tras la declaración conjunta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Alto Representante de la UE, Josep Borrell, que reafirmaron el compromiso del bloque europeo de preservar y reforzar las estrechas relaciones con Marruecos en todos los ámbitos, de acuerdo con el principio de «pacta sunt servanda».
Esta declaración, un acto político poco frecuente que subraya la importancia de Marruecos y materializa la importancia de la asociación de la UE con el Reino, reitera el «gran valor» que la UE concede a «su larga, amplia y profunda asociación estratégica con Marruecos».