En un informe, el think-tank recuerda el amplio apoyo de que goza el plan de autonomía marroquí en el concierto de las naciones, en particular Estados Unidos, España, Francia, Alemania y los Países Bajos, instando al Reino Unido a alinearse con la posición de estas potencias mundiales.
El apoyo británico al plan de autonomía y a la soberanía marroquí sobre el territorio tendría un impacto positivo en términos políticos, de seguridad, comerciales y de derechos humanos, señala el MENAF.
El Reino Unido puede desempeñar un papel influyente, dentro de la comunidad internacional y como socio de confianza de Marruecos, en la promoción de medidas concretas en apoyo de la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, afirma el centro.
El apoyo británico al plan de autonomía debería facilitar el establecimiento de nuevos mecanismos políticos y reforzar los ya existentes para seguir abordando adecuadamente cuestiones vitales como la inmigración y la seguridad en toda la región, explica el think-tank.
El informe hace especial hincapié en el papel crucial que desempeña Marruecos en la región. Con su fuerza militar «de primer orden» y los progresos diplomáticos que sigue realizando, Marruecos se está consolidando como un socio «esencial» para el Reino Unido en el ámbito de la seguridad, sostiene la misma fuente, añadiendo que Rabat ha demostrado su compromiso con el mantenimiento del orden en la región y fuera de ella, especialmente participando en misiones internacionales de mantenimiento de la paz.
Además, el reconocimiento británico de la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara debería fomentar las inversiones del Reino Unido y sus socios en las provincias del sur, lo que favorecería la aparición de un centro económico y comercial regional, apoyando el progreso económico y el establecimiento de una región de África Occidental más integrada, señala el think-tank.
En última instancia, la soberanía marroquí sobre el Sáhara ofrece la posibilidad de estabilizar una zona que ha sido «inestable durante mucho tiempo», reducir la migración irregular y promover el desarrollo económico, añade el think-tank.
El MENAF subraya también que el plan de autonomía y sus disposiciones «ofrecen una vía rápida para garantizar los derechos humanos y políticos» de las personas.