«Los Países Bajos consideran que el plan de autonomía presentado por Marruecos en 2007 es una contribución muy seria y creíble al proceso político dirigido por las Naciones Unidas» para resolver el conflicto del Sáhara, declaró a la prensa el ministro holandés de Asuntos Exteriores, Caspar Veldkamp.
Subrayando «la importancia de la estabilidad regional», Veldkamp reiteró la posición de su país en apoyo de los esfuerzos del Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura, para «proseguir un proceso político destinado a alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas».
El ministro también se congratuló de las «muy sólidas y muy amplias» relaciones con Marruecos, que abarcan un gran número de cuestiones que van desde el comercio a la seguridad, pasando por la lucha contra el terrorismo o la migración.
El papel de Marruecos como «socio muy estable en la región es crucial en este sentido», dijo el jefe de la diplomacia holandesa, añadiendo que su país aprecia la «asociación estratégica» con Marruecos, y se congratula de «ver esta cooperación profundizarse y ampliarse aún más en el futuro».
Veldkamp resaltó que las relaciones entre ambos países forman parte de un contexto más amplio entre el Reino y la Unión Europea, afirmando que «Marruecos es un vecino muy importante de Europa».