Este diálogo de dos días, el primero de este tipo, tiene lugar durante el examen del informe inicial presentado por el Reino en 2021 sobre la aplicación de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas.
Es una oportunidad para el Reino de destacar los resultados positivos de la experiencia marroquí en materia de justicia transicional, así como las reformas legislativas e institucionales de gran alcance que penalizan todas las violaciones flagrantes de los derechos humanos y establecen garantías de que dichas violaciones no se repetirán.
«Desde la creación del Consejo de Derechos Humanos y de la Comisión de Equidad y Reconciliación (IER), Marruecos ha podido enfrentarse a su pasado y reconocer los excesos cometidos en el pasado, antes de proceder a la reparación e indemnización de las víctimas y sus familias. También ha publicado las listas de las personas desaparecidas y de las que murieron durante su desaparición», afirmó Ouahbi a la MAP.
«Estos y otros puntos fueron discutidos con el Comité sobre Desapariciones Forzadas, que destacó este proceso e hizo preguntas sobre las garantías de que estas violaciones no se repetirán, así como sobre los textos que han sido modificados, ya sea en el Código de Procedimiento Penal o en el Código Penal, para evitar que este tipo de crímenes se repitan en el futuro», añadió.
Marruecos ha reaccionado positivamente ante la cuestión de las desapariciones forzadas, tanto con la creación de la IER como con las reformas y decisiones tomadas por las autoridades para pasar página a las violaciones de derechos humanos del pasado, señaló.
Ouahbi también indicó que la cuestión de las desapariciones forzadas también está vinculada a un fenómeno igualmente importante, a saber, la inmigración ilegal, especialmente porque muchas personas desaparecen durante su viaje migratorio. Precisó que Marruecos presentó un informe detallado sobre las medidas adoptadas por las autoridades y sus esfuerzos para esclarecer la suerte de los migrantes dados por desaparecidos en su territorio.
A este respecto, Ouahbi había subrayado el primer día del debate con el Comité sobre Desapariciones Forzadas que Marruecos, que solía ser un país de tránsito, se ha convertido en un país de acogida para miles de migrantes.
El responsable explicó que el Reino está sometido a una fuerte presión migratoria, y que las fuerzas del orden en las fronteras son el blanco de ataques masivos y de una violencia sin precedentes, llevados a cabo por cientos de migrantes ilegales que intentan pasar a la otra orilla del Mediterráneo.
A pesar de esta violencia y de la complejidad de la cuestión migratoria, Marruecos se esfuerza por abordar el problema con un enfoque humanitario, lejos de atentar contra la seguridad física de los migrantes, afirmó, recordando que Marruecos ha regularizado la situación de más de 50.000 migrantes presentes ilegalmente en su suelo, ofreciéndoles todas las condiciones para una vida digna, incluido el acceso gratuito a la atención médica y a la escolarización.