A la ceremonia oficial de este evento religioso asistieron miembros del gobierno senegalés, delegaciones tiyaníes de varios países extranjeros, representantes del cuerpo diplomático acreditado en Dakar y miles de fieles procedentes de todo Senegal y de la diáspora.
Con esta ocasión, el Jalifa General de los Tidianes, Serigne Babacar Sy Mansour, subrayó la urgente necesidad de restablecer los buenos valores en la sociedad senegalesa y de inspirarse en el modelo profético de paz, unidad y justicia.
Por su parte, Badr Mouhi-Idin, miembro de la delegación marroquí y presidente del Consejo local de Ulemas de Salé, consideró la participación de la delegación marroquí en este acontecimiento religioso que celebra el nacimiento del profeta Mohamed como parte de las fuertes y sólidas relaciones enraizadas en la historia que unen a los dos países hermanos.