En un artículo titulado: «Los aldeanos acogen a los viajeros como de costumbre: en Marruecos, un año después del seísmo, la resiliencia del turismo», Le Figaro recoge los testimonios de los profesionales del sector, destacando el auge de la provincia tras la terrible experiencia del seísmo del 8 de septiembre de 2023.
El periódico cita a Jean-Pierre Champert, fundador de la agencia Sport Travel, especializada en el senderismo en Marruecos, que afirma que los habitantes del pueblo se alegran del regreso de los viajeros.
«Hemos optado por reanudar nuestros viajes lo antes posible, incluso en las zonas aún afectadas por el seísmo, manteniendo informados a los viajeros», afirma, añadiendo que en las regiones de Iyukak y Amizmiz, »bajo sus guitunes, los aldeanos reciben a los viajeros como de costumbre. Hay una verdadera resistencia. Están contentos de que vuelvan los turistas, les da otra razón para reconstruir».
Alexandre Leymarie, director general del Beldi Country Club (Marrakech y Alto Atlas), opina que «el terremoto contribuyó a reforzar la reputación de un país conocido por su hospitalidad y generosidad».
Para él, la Asamblea General del FMI y del Banco Mundial, celebrada justo después del seísmo, «dio a Marrakech un perfil nuevo y excepcional». La Copa Africana de Naciones (CAN) de 2026 y la Copa del Mundo de Fútbol de 2030 deberían multiplicar por diez los efectos».
Por último, Le Figaro cita el testimonio de Kenza Fenjiro, directora asociada del Domaine La Roseraie, en Uirgan, quien señala que su finca, situada en el Alto Atlas, ha atraído rápidamente a una nueva ola de viajeros.