El discurso real se centró acertadamente en la desalinización del agua de mar como solución prometedora, a pesar de su notorio coste energético, declaró a la MAP Jellouli, que también preside el Observatorio de la Salud, la Innovación y el Desarrollo Social.
A este respecto, prosiguió, SM el Rey subrayó la ambición de Marruecos de utilizar la investigación y el desarrollo para "desalinizar el agua de mar, regar las tierras agrícolas y abastecer de agua potable a los hogares".
En su discurso, el Soberano anunció medidas concretas para hacer frente a la crisis del agua, en particular la aceleración de la construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar, con el objetivo de cubrir más de la mitad de las necesidades de agua potable del país de aquí a 2030.