Preocupados por la "situación sin precedentes" que se vive en los campamentos de Tinduf, los defensores de los derechos humanos llamaron a tomar "medidas inmediatas y concretas para que el país anfitrión, Argelia, asuma plenamente sus responsabilidades para con las poblaciones de estos campamentos y garantice el acceso de las comisiones técnicas, los procedimientos especiales de la ONU y las organizaciones internacionales a estos territorios ".
Según el llamamiento, los dirigentes del "Polisario" dirigen los campamentos en lugar del país anfitrión, Argelia, en violación de las normas del derecho internacional y libres de la observación y el control internacionales.
"Las escasas operaciones de observación son, en el mejor de los casos, esporádicas o parciales, lejos de poder revelar el esquema sistemático de graves violaciones de los derechos humanos cometidas contra la población de los campamentos", deploran los autores del llamamiento.
Desde hace varias décadas, "los habitantes de estos campamentos viven en condiciones extremadamente precarias, esencialmente dependientes de la ayuda humanitaria para satisfacer sus necesidades básicas, prácticamente aislados del resto del mundo y excluidos del seguimiento y la documentación de los mecanismos regionales, continentales e internacionales de derechos humanos".
"Esta situación se debe al bloqueo impuesto por el Estado argelino a la zona que alberga los campamentos", insistieron.
Asimismo, pidieron el envío de comisiones técnicas a los campamentos de Tinduf, en el suroeste de Argelia, para observar "las graves violaciones y abusos que allí se producen, el recrudecimiento de la violencia y la espantosa falta de seguridad".
También exigen que Argelia asuma sus responsabilidades internacionales como país de acogida, garantizando unas condiciones de vida dignas y seguras a los refugiados de los campamentos de Tinduf y reconociendo su estatuto de refugiados y todos los derechos que conlleva.
El texto también pide que se permita el acceso de los procedimientos especiales de Naciones Unidas y de las organizaciones internacionales a los campamentos de Tinduf para llevar a cabo una evaluación independiente y transparente de la situación humanitaria y de las necesidades de los refugiados, así como "reforzar el seguimiento y la transparencia de las operaciones humanitarias en los campamentos, garantizando que la ayuda llega realmente a los refugiados sin desvíos ni discriminaciones".
Por último, el llamamiento insta a las Naciones Unidas y a sus Estados miembros a actuar "con decisión y solidaridad para aliviar el sufrimiento de los refugiados en los campamentos de Tinduf".